A veces nos ponemos a pensar en alguien con
quien nos peleamos hace años y no hemos vuelto a ver, y no somos capaces de
acordarnos del motivo por el que
rompimos nuestra amistad, o nuestra relación definitivamente.
-Hablando con una amiga, pensábamos que si no
nos acordamos del motivo exacto por el que rompimos, es porque no fue nada grave, y a pesar de
ello, ya nunca nos hemos vuelto a hablar.
-Los niños son perfectos para estas cosas, porque aunque se pelean, y
a veces hasta se peguen, pueden olvidarlo todo, pedir perdón , y aquí no ha
pasado nada.
-Creo que deberíamos revisar nuestro
comportamiento, y no dejar que en casos de peleas, saliera nuestro “ego” a
relucir, y se acabara todo.
-No somos perfectos , podemos intentar
aproximarnos y hacer las paces siempre que la persona con la que nos enfadamos
nos importe, porque la experiencia nos dice que si lo dejamos cada vez será más
difícil arreglarlo.
-También deberemos aceptar las disculpas aunque
estemos muy enfadados, porque el que pide disculpas reconoce que lo ha hecho
mal, y sabemos que nadie es perfecto.
-Si la persona con la que queremos hacer las
paces es un familiar directo, o un amigo muy querido, a veces un abrazo dice
más que mil palabras.
-Con los años nos vamos dando cuenta de que a
veces tonterías sin importancia dichas con ira , acaban destrozando relaciones,
y hace que tengamos el arma cargada contra este o aquel que nos dijo aquello.
-Hacer las paces con cosas pasadas , nos devuelve
muchas veces nuestra paz interior, y que en una pelea, todos fuimos culpables,
porque como decía mi suegra : “dos no riñen si uno no quiere”.
-La vida nos pasa en los momentos más
inoportunos la película nuestra infancia
y juventud, y nos trae recuerdos muy felices que vivimos junto a esa persona con la que ahora no nos hablamos.
-De ahora en adelante, lo mejor será evitar que
suceda, y si nos peleamos, intentaremos hacer las paces, porque en estas
situaciones , el que guarda el rencor, es el que llevará colgada de su espalda,la
mochila de lo malo .
-Buenas noches.