Todos guardamos secretos; unos más grandes, y
otros más pequeños, pero todos en algún momento nos torturan, y nunca nos hemos atrevido a contar a nadie.
-Nuestro cerebro cuando pensamos en esos
secretos está librando una batalla.
-La Corteza del Cíngulo desea desesperadamente
decir la verdad, pero la Corteza Prefrontal orbital está simulando lo mal que
saldrán las cosas si nos vamos de la lengua.
-Si en esta batalla gana la corteza pre frontal,
aumentará nuestro nivel de hormonas del estrés, y si gana La Corteza del
Cíngulo disminuirá nuestro nivel de
hormonas del estrés; pero si es biológicamente más sano confesar nuestros secretos,
¿por qué nuestra naturaleza humana nos impide hacerlo impulsándonos a luchar a
destajo, para que no lo hagamos y los mantengamos ocultos.
-Viendo estas cosas no nos extraña que los
maridos y las mujeres que engañan a sus parejas, casi siempre se lo cuentan,
pero no es para empezar de nuevo con sinceridad y transparencia en una nueva
etapa, sino para sentirse mejor ellos.
-Está demostrado que cuanto más nos empeñemos
en enterrarnos, más rápidamente saldrán
a la superficie.
-Estamos neurológicamente obligados a confesar y
eso es sano para el organismo, para el cerebro y para el alma.
-Los secretos personales, son venenos para
nuestro sistema inmunitario, así que si queremos estar sanos y no queremos
contárselo a nadie físico, podremos escribirlo aunque nunca lo vaya a leer
nadie.
-En este gráfico vemos que aunque en un primer
tiempo el hecho de contar o escribir un secreto nos resulta desagradable para
nosotros, y podemos tener peor humor, a medio plazo todo mejora, y a largo
plazo veremos ventajas mentales e inmunológicas.
-Nuestro sistema inmunológico, es como un
cerebro que detecta, ataca, engulle y reconoce lo propio, para no atacarse a sí
mismo, y guarda anticuerpos de todos los gérmenes a los que ha vencido.
-Nuestro sistema inmune, se pasa el tiempo escuchando nuestro monólogo interior, por eso es tan importante pensar positivamente y no criticarnos ni juzgarnos.
-El cerebro y el sistema inmune consumen el 40%
de la energía y proteínas que consumimos, y tienen coordinadores entre ellos
llamados citoquinas que les hacen mantener una buena sinergia: el cerebro
piensa, y el sistema inmune ataca las células peligrosas.
-Aunque queramos ocultar nuestros secretos cuanto más nos
empeñemos en enterrarlos , más rápidamente saldrán a la superficie.
-Los ojos y el cuerpo no saben guardar un
secreto, y son los que nos delatan cuando intentamos ocultarlos.
-Buenas noches.