"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


viernes, 19 de agosto de 2011

Almacena Bonitos Recuerdos




Acabo de recibir un correo de mi sobrino José Manuel, dándome las gracias por la forma tan cercana y cariñosa que retrato a la familia.El miércoles, también me mandó otro su hermana Laura, contándome que la entra morriña al leer mi blog.......
-Esto me ha hecho reflexionar, porque no creo que yo haya añadido nada cuando cuento cualquier anécdota familiar, porque soy la quinta hija de unos padres abuela y tía muy alegres, que nos han dado una niñez muy feliz a los 5 hermanos……
- Casi nunca nos damos cuenta de la cantidad de cosas buenas que tenemos, porque las damos por hechas, pero, si nos falta lo más mínimo, enseguida nos ponemos a quejarnos.
- Según la vida que han vivido, el cariño que han recibido, y los valores que les han inculcado., los niños son empáticos, cariñosos y amables, o no lo son……depende de sus padres…..
-Creo que la infancia nos marca mucho, y que de la infancia que tengan los niños, dependerá el tipo de adultos en el que se convertirán,
-Yo crecí en una familia numerosa, con un padre periodista que escribía en montones de sitios, además de ser redactor jefe de la Agencia Efe, en un tiempo en el que los periodistas no ganaban demasiado, y él, era el único que trabajaba para mantener a 10 personas.
- En una ocasión, cuando estudiaba la carrera, gané un juego de preguntas y respuestas, donde preguntaban de cuantas piezas estaba compuesta una dentición normal de un adulto, todos contestaron mal, y yo, dije que 32, porque mi madre que era una mujer muy alegre , siempre decía que tenía que dar de comer a mucha gente, que reuníamos entre todos 320 dientes.
-Mi padre era un hombre que tenía una cultura renacentista, era Licenciado en Filosofía y Letras Clásicas, era un gran lector, sabía de todo, y se interesaba por todo, y por hablar, hablaba hasta en latín, porque participó en “El Congreso Eucarístico de Barcelona”, y como había sacerdotes de tantísimas nacionalidades, a pesar de que él sabía ingles, francés y alemán, hizo el coloquio en latín.
-Mi padre, decía que lo mejor que podían decir de él, es que era el patriarca de una gran familia. El pobre murió con 72 años, porque estaba muy delicado del corazón, pero gracias a Dios, tuvo tiempo de disfrutar mucho de sus nietos.
-Recuerdo, que cuando nació mi hijo mayor Daniel,( que fue el primer bebé de la familia ), era un niño precioso, papá, vino a verme con mamá a la Clínica Ntra Sra de Loreto, y se quedó extasiado mirando al niño, y me dijo:
-Paloma, me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo, y te advierto que le pienso maleducar todo lo que pueda………
-Nos gustaba mucho jugar a las tinieblas en casa, al escondite, y también al Palé, y nos pasábamos así muchas tardes de domingo
-En mi casa, cuando éramos pequeños, había muchas risas, mi madre nos dejaba disfrazarnos, y tenían un cuarto que llamábamos “el cuarto oscuro”, donde todo eran armarios, probablemente, hoy lo llamaríamos un vestidor.
-Estaba lleno de ropa sorprendente. Había trajes de noche de mi abuela, de la época anterior a la guerra, cuando iba a La Ópera, trajes de jugar al tenis de mi madre que fue una gran aficionada, sombreros de copa de mi abuelo, y de mi bisabuelo, y también disfraces de mi madre y de mi tía de niñas, cuando se celebraban grandes fiestas de carnaval.
-Nosotros, nos disfrazábamos y jugábamos, los días de lluvia.
-Mis dos hermanos, se entretenían haciendo un muñeco, que era un hombre a tamaño natural, con unos pantalones, camisa, corbata, chaqueta de hombre, zapatos, todo relleno de trapos, y en la cara, ponían una media grande rellena, y delante una máscara que era la cara de un hombre horroroso, que había traído mi abuelo del Mercado de las Pulgas de París como recuerdo, y para completarle, le ponían un sombrero como los de Humphrey Bogart.
-Los muy gamberros, le sentaban en una silla en el recibidor, le apoyaban la mano derecha en un bastón.
-Cada vez que entrábamos o salíamos, todos decíamos: -Buenos días, o adiós……
-Como yo era la más pequeña, era la que salía peor parada de sus bromas.
-Un día, cuando volvía yo del colegio, mis hermano mayor Jesús Juan, decidió, que Finín , se pusiera toda la ropa, del muñeco, la máscara, el sombrero y los zapatos, y me esperó sentado. Al llegar yo, y saludarle, me cogió de la mano, y casi me muero, del susto. Les regañaron muchísimo, pero creo que les dio igual…..
-Mi abuela y mi tía han vivido con nosotros toda la vida, y nos han enseñado, lo divertida que puede ser una familia grande.
-Mi abuela cocinaba como los ángeles, y todo lo que hacía estaba riquísimo, y mi tía Loti, hacía unas tartas exquisitas, que tomábamos con chocolate calentito.
-Nuestra casa, siempre tenía invitados, allí todo el mundo era bien recibido, y lo mismo se quedaban a cenar Emilio, el amigo de Finín, que Juanita y Deme, que merendaban todas las tardes.
-¡Ojalá que mis hijos recuerden a sus padres, y su casa con el cariño que yo recuerdo los míos!