"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


miércoles, 31 de agosto de 2011

"La voluntad"





La voluntad, como dice Enrique Rojas, es una facultad psicológica, que nos mueve a hacer algo. Es junto con la razón, la facultad más propia del ser humano.
-Actualmente, muchos padres jóvenes, con tal de no tener problemas, ni rabietas, optan por dar a sus niños, casi siempre una gratificación inmediata. Creen que ya cambiarán cuando sean mayores, y que de momento son demasiado pequeños para razonarles.
-Creo que es un gran error. El niño, nunca es demasiado pequeño, como para entender algo tan simple como ¡NO!
-Aunque no lo entiendan en profundidad, saben que eso no se hace, que ellos no lo pueden hacer, porque no les dejan sus papás, y, con eso, les basta de momento.
-Cuando pidan explicaciones, se les dan en la medida en que la pueden entender, pero está demostrado, que cuando los niños son pequeñitos, no importa decir: ¡Porque lo digo yo, y punto!.
-Los niños, son inmaduros, y necesitan normas. Los niños más felices, son los que saben lo que pueden y lo que no pueden hacer. Hay que decírselo, por eso es muy importante, que tengan pocas normas, pero inamovibles. Lo que está mal, está mal para papá, para mamá, y para los abuelos.
-Existen teorías acerca de que los niños deben saber todos los motivos de todo. Esto es falso, y aparte del argumento psicológico, e incluso moral, que los hay, les resulta tremendamente aburrido, que los padres les suelten una perorata que no entienden.
-Los niños deben aprender a distinguir lo que pueden y lo que no pueden hacer, y esto solamente se lo podemos enseñar los adultos que les cuidamos y les educamos.
-La vida, para un niño pequeño, es tan incierta y peligrosa como un puente que atravesara un gran río. Imaginaros que es un puente de cuerda que se mueve con el aire. Si no hay normas, es como si no tuviera barandillas, no solamente asusta caminar por él, sino que si te caes, te puedes caer al abismo.
-Si hay normas, el paso es seguro, tiene barandillas a ambos lados, y no lo mueve el viento, porque está bien sujeto.De los padres, y de las personas que los cuidan, depende escoger una vida segura o incierta para sus hijos.
-“El comportamiento, es una verdadera ingeniería de estímulos y respuestas, basada en premios y castigos. Gracias al aprendizaje, se va produciendo esto”.
-Os voy a poner un ejemplo concreto: Esta tarde, mi nieta Natalia ,(3 años y medio), ha dado un golpe tremendo con un taburete, en un dedito a su hermano Alvaro, cuando estaba jugando en el suelo, mientras su papá, estaba preparando su maletita para volver a casa.
- Su papá, la ha regañado, y ella se ha puesto a llorar, y ha venido a mí, en busca de protección: Yo la he dicho:
-¡Papá, te quiere mucho, no llores, pero eso que has hecho está mal. El niño es muy pequeñito, y no se le pega! .
-Se ha quedado mirándome pasmada, y su padre le ha dicho: ¡Pídele perdón a Alvarito, y dale un besito!. Y aquí se acabó el problema.
-Cuando los niños quieren algo, en el acto, no, siempre es adecuado dárselo. Por ejemplo, si quieren un helado, y aún no han comido, sabemos que esto les puede quitar el apetito, así que diremos que se lo compraremos después de comer, y tendrán que aguantarse y esperar, o que se lo compraremos el fin de semana, o cuando nos parezca más oportuno.
-Para un niño, como dice Enrique Rojas: “educar la voluntad, significa la negación del instante inmediato, y el esfuerzo por no satisfacer lo que está ahí, sino apuntar hacia el futuro, lo inmediato es superado y rebasado, por lo mediato, por lo lejano”.
-Una de las señales claras de inmadurez y de falta de educación, es que una persona, necesite lo que sea al instante, que no sea capaz de posponer lo que sea, es un comportamiento de niño pequeño maleducado: ¡Lo quiero ya!
-“El hombre con voluntad, llegará en su vida mucho más lejos que el inteligente, y gracias a su interés y tesón, podrá conseguir lo que quiera”.
-Los niños, son el futuro, lo mejor que tenemos. Son los portadores de la antorcha, y de nosotros depende mejorar el futuro, mejorando la educación de los niños, que serán, al fin y al cabo, los que gobernarán, y dirigirán mañana el mundo. ¡Ánimo!