Cuando
nos enamoramos tanto los hombres como las mujeres nos volvemos locos. Cambiamos
de tal manera que dejamos de actuar con sensatez, y nuestro cerebro lleno de
amor, crea una simulación de la persona amada muy superior a la realidad, por
lo que nunca nos enamoramos de la persona elegida, sino de la que hemos fabulado, que es mucho más perfecta.
-Según
una autoridad en la materia, la catedrática de Bioquímica y Biología Molecular
de la Universidad de Navarra Natalia López Moratalla nuestras neuronas nos atan
de dos maneras, una activando nuestra vía de recompensa emocional y superando
los obstáculos personales, y dos desactivando la desconfianza.
-Tras
el primer impulso emocional, ponemos en marcha nuestros circuitos cerebrales de
confianza que son los que consolidarán nuestro vínculo amoroso, silenciando los
que nos producirían tristeza o depresión
-Desde
el mismo momento en el que nos enamoramos, activamos las vías de recompensa
emocional, a la vez que desenchufamos los de desconfianza, para no ver la auténtica
realidad.
-Cuando
miramos a nuestro enamorado, nos volvemos ciegos, ocultamos sus defectos,
viéndole como alguien perfecto.
Lo
curioso es que el cerebro del hombre y el de la mujer, reaccionan de muy
diferente manera.
-Las
mujeres empleamos la oxitocina, que es la hormona de la confianza, que aumenta
en cuanto miramos a nuestro amor, cuando le tocamos, y le acariciamos,
porque en las mujeres domina la empatía emocional.
Los
hombres en cambio, utilizan mucho más la vasopresina, que potencia la testosterona,
facilita una empatía más racionalizada, y la detección de estímulos eróticos.
-Los
cerebros masculino y femenino, también reaccionan de manera muy diferente
frente a los celos o la infidelidad.
-Las
mujeres, ante una situación donde peligre nuestra relación, muestran el pánico
y la inseguridad de perder su amor. Sus niveles de oxitocina hacen que
pueda perdonar o disculpar la traición, a pesar de su dolor.
-Los
hombres en cambio, activan inmediatamente las áreas relacionadas con conductas
agresivas y sexuales, conectando las áreas del juicio y la emoción negativa.
- El motivo es que la vasopresina tiene el efecto opuesto a la oxitocina,y por su culpa rompe la confianza totalmente, y fomenta el deseo de confrontación física, haciendo que se comporte de manera violenta, siempre que crea que su pareja le ha sido infiel.
- El motivo es que la vasopresina tiene el efecto opuesto a la oxitocina,y por su culpa rompe la confianza totalmente, y fomenta el deseo de confrontación física, haciendo que se comporte de manera violenta, siempre que crea que su pareja le ha sido infiel.
-Buenas
noches