Últimamente todo el mundo dice : yo, creo, yo no creo, yo pienso, yo
opino…..y resulta que es que todos creen que conocen a su verdadero yo , pero últimamente,
yo creo que ninguno conocemos muy bien a
nuestro “yo verdadero” .
-Hemos estudiado que dentro de cada uno existe
un “yo”.
-El “yo”, es un compendio de redes neuronales
dispares entrelazadas en una masa gelatinosa entre los oídos.
-Todos tenemos distintas versiones de nosotros
mismos, que deben estar flotando en
nuestro cerebro, porque es muy distinto
el “yo” que presentamos en nuestro lugar de trabajo, a ese otro juguetón y
bromista que sale con sus amigos y que parece no haber crecido.
-Sabemos por la experiencia que hay personas que
después de que les detenga la policía y nos muestre la cara de un cruel
asesino, que también era un padre cariñoso,, y un destacado miembro de su
comunidad.
-¿Cómo es posible que haya personas que sean a la vez un maravilloso esposo y un
adicto mentiroso, mujeriego y desquiciado?
-¿Cómo podemos desear valores familiares
mientras nos comportamos de una manera totalmente diferente.
-Nosotros podemos cambiar de trabajo, de
aspecto, de domicilio, de nombre, y podemos engañar a los demás y sentirnos
personas totalmente diferentes, pero nunca podremos engañarnos a nosotros mismos,
si no conseguimos cambiar realmente.
-Existe una gran diferencia entre nuestro “yo
ideal”, ese que nos gustaría ser
adornado de todas las virtudes que nos gustaría poseer, ese que hemos
creado a fuerza de quitar a cada persona que admiramos, su don , y nuestro “yo
real”.
-El mundo de las redes sociales, a veces pone el listón muy alto, y también presiona,
porque muchos quieren colgar fotos que puedan ver sus amigos, y que les sirvan
para admirarles, y no siempre es fácil conseguirlo.
-La solución es bien sencilla, mientras
mejoramos (y estamos en camino ), intentaremos ser siempre la mejor versión de
nosotros mismos.
-Buenas noches.