El estrés, sabemos que es algo muy malo, nos acelera el corazón, nos irrita, nos sube la tensión, nos seca la boca, y nos deja fuera de juego para cualquier cosa.
-Sonia Lupien, neurocientífico canadiense, es la directora del “Centro de Estudios del Estrés Humano” en Montreal (Canadá), y, desde hace 20 años, se dedica a investigar los mecanismos del estrés y sus efectos en el comportamiento y la memoria.
-Esta gran investigadora de nuestra estructura cerebral, ha confirmado algo que ya sabíamos hace tiempo, que rememorar algo que nos pasó, nos afecta y nos hace sufrir de la misma manera que cuando pasó.
-Por eso, debemos evitar recordar las cosa malas que nos pasaron , o lo que nos asusta, ni tampoco debemos hablar de nuestros temores, a no ser que lo hagamos con una persona que sepa ayudarnos a controlar ese miedo, porque recordarlo, nos hace un gran daño.
- Debemos en cambio, contar esos chistes que hicieron que se nos saltasen las lágrimas de risa, o contar anécdotas graciosas y divertidas.
-Siempre me parece un tema apasionante el que se ocupa de compararnos con nuestros antepasados prehistóricos, de las cavernas.
- Somos hijos de nuestra evolución, y aunque nos parezca absurdo e increíble, nuestro cuerpo, reacciona de igual manera, si, estamos atrapados en un atasco de tráfico que reaccionaba con nuestros ancestros si tenían delante un tigre que se les quería comer, porque nuestro cerebro cada vez que siente que algo amenaza nuestra supervivencia, genera las hormonas que debieran aportarnos la energía necesaria para combatirlas.
-Nosotros, en pleno siglo XXI, tendemos a creer que el estrés está provocado por un exceso de trabajo o de responsabilidad, por falta de tiempo, pero en realidad, no es así´, porque las primeras víctimas de este gran desasosiego, son personas que no solo no tienen prisa, sino que les sobra todo el tiempo del mundo, como los jubilados, las personas mayores…etc., cuyo ritmo de vida no es nada rápido, sino que es incluso lento.
-Aunque los seres humanos, necesitamos una cierta cantidad de estrés positivo, para vivir,( porque si carecemos de él, no podríamos enfrentarnos a retos básicos que debemos superar para ser felices). Debemos procurar mantener el estrés a raya, pero sin consentir que desaparezca totalmente, ya que, un poco de estrés, aumenta la memoria y nos ayuda a sobrevivir, es decir, nos da un poco marcha……
- Al principio, el estrés crónico, se manifiesta, en desarreglos del aparato digestivo, por eso hay que hacer caso a las señales que nos envía nuestro cuerpo, porque si nadie les ayuda, acabarán con pérdidas de memoria, cambios de personalidad, irascibilidad, llanto, pérdida de sueño, y al final, la temida depresión.
-Cuando nos sintamos nerviosos, da muy buen resultado una infusión calentita de tila, sola, o mezclada con menta, o unas pastillitas de valeriana que se venden en la farmacia sin receta.
-Es buenísimo también hacer yoga, o relajación, o pasear, o lo que quieras. Yo, he empezado a hacer Pilates, y aunque en estos momentos tengo agujetas hasta en el carnet de identidad, me siento muy bien anímicamente.
-A veces, basta con que nos demos una ducha calentita, y con ropa cómoda, nos tumbemos en el sofá a leer, o a ver la tele, o a charlar, es decir: haremos algo que nos reconforte y que nos apetezca, y seguramente, mañana por la mañana, las cosas se verán de otra manera…….
