No hay un solo día sin que alguna amiga, hermana, o yo misma, digamos:
-¿Cómo se llamaba aquella chica que……?
-¿Sabes dónde he puesto mis llaves?
-¿Recuerdas en que planta hemos dejado el coche?... ¡Es que tengo la cabeza!……
-Vivimos con mucha prisa, y la memoria es mala amiga del estrés, pues cuanto más quieres forzar el recuerdo, más lejos se va. Esto nos pasa, porque no damos opción a que actúe nuestro lado derecho del cerebro, que se nos pone en marcha, solamente cuando estamos relajados y tranquilos.
-A mis hermanas y a mí, estas cosas, nos preocupan especialmente, porque mi tía, mi abuela, y mi bisabuelo, murieron con “demencia senil”, así que me he puesto a investigar del tema, y, os voy a contar lo que acabo de descubrir, que nos va a venir de maravilla a todos, para mejorar esa falta de atención tan generalizada.
-Empezamos con optimismo, porque los Neurocientíficos han comprobado que la pérdida de memoria a corto plazo no se debe a la edad, ni a la muerte prematura de neuronas, sino que se debe a la reducción de las conexiones entre las neuronas o dendritas, que son las ramas de las neuronas.
-Ahora sé positivamente que pasa esto por falta de uso. De la misma manera que yo estoy llena de agujetas porque llevaba 5 meses sin ir al gimnasio, nuestras neuronas, o sea, nuestras dendritas se han atrofiado, porque no las hemos mandado conectarse con nuevas informaciones.
-Pero ahora mismo, vamos a empezar a expandir sustancialmente las dendritas y la producción de Neurotrofinas, porque, es básico que consigamos que nuestro cerebro fabrique su propio alimento:
-LAS NEUROTROFINAS:
-Todos pensamos, que esto no nos corresponde porque andamos, trabajamos, y nuestra mente no para durante todo el día. Pero eso no cuenta, porque tenemos a la mente sumergida en una serie de rutinas. Solemos ir por el mismo camino cada día al trabajo. Comemos casi siempre a la misma hora. Utilizamos siempre el coche, o el metro, pero siempre lo mismo. Incluso pasamos a diario el mismo tiempo viendo la televisión.
-Ahora sabemos que las actividades que hacemos siempre, no sirven para eso, es decir las actividades rutinarias son inconscientes, y hacen qué nuestro cerebro funcione en piloto automático, y eso requiere un mínimo de energía, porque nuestras experiencias pasan por caminos neuronales que ya tenemos formados, y por eso, no hay producción de NEUROTROFINAS
- Vamos a aprender ejercicios que expanden sustancialmente las dendritas y la producción de neurotrofinas:
-Nos vamos a duchar con los ojos cerrados, al menos una vez a la semana. Localizaremos las llaves del agua, ajustaremos la temperatura, cogeremos el gel, el champú, o la crema de afeitar.¡ Será raro!, pero enseguida veremos que nuestras manos notan texturas que antes no percibían.
-Vamos a empezar a usar la mano no dominante para comer, escribir (yo ahora estoy usando el ratón con mi mano izquierda, y es un gran lío). Abriremos esta noche el tubo de pasta de dientes con la mano izquierda, y luego cogeremos con ella el cepillo (menos los zurdos, que lo harán al revés). También es muy bueno abrir cajones con la otra mano.
-Lee en voz alta, porque se activan circuitos distintos a los que usamos al leer en silencio.
-Yo, con los niños, siempre leo un ratito a la semana con el libro boca abajo, porque aunque al principio parece que no podemos, al poco tiempo, se nos ha puesto en marcha el lado derecho del cerebro, y se lee de maravilla. A los niños les encanta, y es un ejercicio buenísimo. (Te aconsejo que no lo practiques en los transportes públicos, por eso del qué dirán) je, je.
-Mañana cambia tu ruta de vuelta a casa, o vete a la compra a un sitio diferente.
-Habla con personas distintas, con las que no sueles hablar. Utiliza las escaleras en lugar del ascensor. Paséate por el campo, o por un jardín, y huele todo, inspira, piensa que la inspiración, nos llega respirando.
-Cambia dentro de tu casa las cosas de lugar, porque tu cerebro tiene un mapa con todos los caminos, y, así le obligas a modificarlo.
- Si cambias de lugar la papelera, verás que de veces tiras el papel al suelo.
-Aprende algo nuevo, cocina, inglés, costura, puzles, fotografía…..lo que quieras.
-Juega a taparte un ojo, para que tu cerebro pierda la percepción de profundidad, y así, tendrá que confiar en otras vías.
-Juega con el tacto. Mete en una bolsa de tela monedas de distintos tamaños, luego mete la mano en la bolsa e intenta identificar el valor de cada una solo con las manos.
-Según los científicos del departamento de Neurobiología del Duke University Medical Center, estos sencillos ejercicios, abrirán nuestra mente, y nunca más volveremos a decir:
-¿Dónde habré dejado las llaves del coche?
-Repite todos los dias :"Yo tengo muy buena memoria", y enseguida será verdad.
-De todas formas, existen las agendas, donde se pueden apuntar mil cosas y así , no sobrecargamos nuestro cerebro innecesariamente.
