Sabemos que el gesto de dar nos abre las puertas
para recibir.
-Así que si queremos recibir , tenemos que dar.
-Podemos dar a lo largo del día, a cualquier
hora y en cualquier lugar.
-Si damos sonrisas , palabras amables,
cumplidos, y tratamos con educación a todos los que se crucen en nuestro
camino, no solo recibiremos lo mismo de vuelta, sino que la persona a la que
hemos sonreído, sonreirá a otras, y así en un momento gracias a nuestro
pequeñísimo gesto, hemos hecho que nuestro entorno sonría y que mucha gente sea
más feliz.
-A lo mejor si sonríes al empleado del
aparcamiento, le arreglas el día, porque la sonrisa la necesita mucho más el
que pone mala cara, y si conseguimos
hacerle sonreír, no podrá estar enfadado, porque nadie sonriente está enfadado.
-Si estamos felices y sonrientes atraeremos
personas y circunstancias que estén en la misma frecuencia que estamos
nosotros.
-Somos seres electromagnéticos que emitimos una
frecuencia, y todos los que estén atraídos en esa frecuencia se sentirán atraídos hacia
nosotros.
-Si el día no te va bien, párate un rato y
cambia intencionadamente tu frecuencia, hasta que esté como te gusta.
-Las personas generosas que están acostumbradas
a dar más que a recibir, son mucho más felices, porque el hecho de hacer
felices a los demás hace que se sientan
bien .
-Hay un ejercicio para poner en práctica la Ley
de La Atracción y se trata de dar de todas las formas posibles durante 1 mes.
-Da todos los días durante 30 días consecutivos.
Entrega felicidad, sonrisas, palabras afectuosas, amor , aprecio y cumplidos a
todas las personas que veas incluso a desconocidos, amigos y familia.
-Habla desde el corazón , dando lo mejor de ti en cada momento, y proponte que mejore el día
de cada persona gracias a tus pensamientos y palabras amables.
-En cuanto empieces a dar lo mejor de ti, te
sorprenderá comprobar la velocidad con la que
te viene devuelto.
-En cuanto conoces la ley de la atracción,
puedes hacer los mejores descubrimientos respecto a ti mismo escuchando lo que
dices.
-Cuando hables o pienses, se consciente de las
palabras y si adviertes que estás
hablando de algo que no deseas, cambia inmediatamente y recompón tu frase con
las palabras que expresen lo que deseas.
-Escuchando tus propias palabras aprenderás
mucho sobre tus experiencias del pasado y lo que has creado, solo con oírte.
-¡Cuando seas consciente de tus palabras estarás
cambiando el rumbo de tu futuro!.
- Buenas noches