Llevo toda la semana prácticamente en la cama. Tengo mucha tos, y mi médico me ha recomendado entre otras muchas cosas que me meta en la cama. Cuando te metes en la cama por prescripción facultativa, tienes todo el tiempo del mundo para leer todos esos libros que te has dejado a medias.
- El primero que he terminado de leer ha sido “El club de los viernes” de Kate Jacobs. Una novela entretenidísima que me compré en la Feria del libro en Junio, y que se me traspapeló sin terminarla. Son las historias de un grupo de mujeres de distintas edades, que se reúnen en Manhatan (Nueva York), los viernes a hacer punto en la tienda de lanas Walker e hija.
-Es una novela sobre mujeres, y probablemente para mujeres. Habla mucho de sentimientos, y siempre te puedes identificar con las situaciones de alguna de ellas. A mi me ha encantado, y la he terminado volando.
-He tenido un atracón de televisión, que sinceramente me ha cansado muchísimo. Estoy “al rojo vivo”, sin saber en que va a quedar lo de la infidelidad del marido de Belén Esteban, (no tendré más remedio, que ver esta noche un trozo de “Sálvame”
-He releído “la tía Julia y el escribidor”, pues al escribir sobre el Premio Nóbel que acaban de concederle a Mario Vargas Llosa, me acordé de que esta novela que leí hace mucho tiempo, era un poco autobiográfica,(el autor se casó con su tía 15 años mayor que él). Me ha gustado, pero quizás los últimos capítulos, resultan un poco pesados.
-Ahora estoy leyendo”la Autoestima”, Nuestra fuerza secreta del psiquiatra Luis Rojas Marcos. Es interesantísimo, te habla por ejemplo del “Yo”, contándote que a la mayoría de los mortales, lo que más les interesa, son los sucesos que les afectan personalmente, porque lo más importante del mundo, para cada persona, es uno mismo……
-Leer, es muy importante para mí.
- Yo soy hija de dos grandes lectores. Mi casa estaba llena de libros, y allí todo el mundo leía. Creo que el amor a los libros viene de la imitación, si ves que tus hermanos mayores, cuando tienen un rato libre se ponen a leer, tú interpretas que eso es algo bueno, y por lo tanto quieres hacerlo.
-Me aficioné a leer con los libros de Celia. Hace años los volvieron a publicar, y yo les leía a mis alumnos de tercero de primaria cada día un capítulo de "Celia, lo que dice", y les encantaba. También de niña,leí a Julio Verne y a Salgari, que eran los favoritos de mis hermanos, y así poco a poco, relacioné, la lectura de un buen libro, con un planazo.
-Cuando estaba embarazada, me mandaron reposar un mes. Mi marido, que lee muchísimo me trajo de la biblioteca de su oficina “Los Miserables” de Victor Hugo. Era un libro antiguo encuadernado en piel verde, con papel de Biblia. Me quedé horrorizada, pero para no hacerle un desprecio, lo empecé a leer, y creo que nunca he leído un libro tan rápidamente ni con tanto interes
-Creo que es una torpeza obligar a los niños a leer libros, pues la mayoría lo hacen deprisa y mal como una obligación.
-Mi hijo Félix, cuando era pequeño, leía “El libro Gordo de Petete”, eran revistas que se compraban en el kiosko de periódicos y como era como una enciclopedia, luego llevaba a encuadernar los tomos (todavía los tengo en casa). Nosotros en broma, cuando ya de mayor hablaba sobre algún tema científico, le decíamos: ¿Lo has leído en el libro de Petete?
-A mi hijo Daniel, le encantaban los cómics (todavía tiene en casa un armario lleno), y los libros de inventos de “Ungenio Tarconi”,( un brillante inventor muy distraído), y a Gema la pequeña, también la encantaban los inventos de Tarconi, pero lo que más la gustaba eran los cuentos móviles, esos que se abren puertas y se tiran de lengüetas. Ahora ella ha escrito varios cuentos para niños que también se abren.
-A Gema la encantan los libros, y tiene muchos cuadros, donde pinta sus libros favoritos. He puesto fotos de 2 de ellos, "Cactus y Libros", y "Mi violeta"
-Mi marido y yo, todos los años llevábamos a los niños, en mayo- junio, a la Feria del Libro, que se celebra en el Parque del Retiro de Madrid, y les dejábamos fisgar por las casetas y escoger sus propios libros.
-Creo que el secreto para que a los niños les apetezca leer, es no obligarles ni agobiarles diciendo: -¡No lees nada!, porque es como si le dices que no estudia, y entonces lo asocian a una obligación muy rollo.
