Cuando paseo por la calle, voy de compras u observo a los niños en el parque, pienso que es una pena que muchos padres dejen pasar los primeros años de sus bebés, riéndoles las gracias, sin corregirlos, y convirtiéndoles poco a poco en niños maleducados e infelices.
-Nuestro cerebro es un órgano construido para modificarse en respuesta a las experiencias.
- El cerebro, va adaptándose al entorno, y va creando un camino neuronal.
-Desde el momento en que nacemos, nuestro cerebro se va modificando según las experiencias que vivimos, y de los padres depende el que sean caminos armónicos que les conduzcan a la felicidad, o al descontento y a la frustración.
- El cerebro es el encargado de gestionar las emociones, por eso, si queremos que nuestros niños tengan armonía en su vida, intentaremos enseñarles conductas positivas y emocionales, les enseñaremos a respetar y a que los respeten.
- Es muy fácil de pequeños, con cariño y con paciencia decirles: ¡esto si!, y ¡esto no!, porque un niño, nace absolutamente desvalido. Necesita constantemente la ayuda de un adulto para todo, y mucho más para interpretar sus emociones, ya que ningún niño nace sabiendo lo que puede y lo que no puede hacer.
- Fomentar la empatía, la comprensión, la cooperación y el altruismo harán de ellos niños educados, alegres y felices.
-Tendrán muchos amigos, porque se sabrán relacionar con ellos sin necesidad de peleas.
-Si cuando pega a mamá, se ríen porque tiene mucha fuerza, luego es posible que de mayor ya nunca la respete.
-Si cuando algo le sale mal, o no sale como el esperaba, se pone a gritar y a patalear, y decimos: ¡Tiene mucho carácter!, cuando sea adolescente pegará, o empujará a sus padres si no le dan dinero o no le dejan salir.
-Esto suena muy fuerte, pero es la realidad que la vida nos presenta a los que trabajamos con niños.
-Es muy importante que los niños sepan gestionar sus emociones, si algo les sale mal, claro que tienen derecho a disgustarse, pero no a gritar, insultar ni a pegar, deben saber que a veces no todo sale como esperábamos, pero siempre habrá una manera mejor de volver a hacerlo. .
--Si les enseñamos habilidades para controlar las emociones negativas, no permaneciendo en ellas mas tiempo del necesario, las sabrán manejar bien.
-Cuando ocurre una adversidad, tienen que aprender a disiparla, porque cuando las emociones perturbadoras se apoderan de los niños, no pueden aprender, se sienten muy desgraciados y su mente se bloquea.
- Tendrán que aceptarlo, y punto.
- No les dejaremos que se quejen por todo, sino que les diremos que habrá que intentarlo por otro camino, o que esto, simplemente no ha podido ser.
- El cerebro, se adaptará mejor a las experiencias para que el camino neuronal que fabrique, sea más apropiado, para poder afrontar los problemas que la vida les brinde, modificando su estructura al promover cambios positivos en nuestro cerebro.
- Podrán ser unos adultos muchísimo más felices, porque influye mucho en la capacidad de ser feliz, el entorno en el que se desarrollen, y las experiencias que vayan acumulando.
Si queremos mejorar su comportamiento con los demás y con su entorno natural, habrá que trabajar en ello desde los primeros años, intentaremos que desarrollen su inteligencia social y emocional, la empatía y el altruismo, porque serán adultos generosos y felices, que formarán un mundo mejor.
- Einstein decía que el ser humano debería aumentar su comprensión y afecto a todas las criaturas vivas.
-Nuestro cerebro es un órgano construido para modificarse en respuesta a las experiencias.
- El cerebro, va adaptándose al entorno, y va creando un camino neuronal.
-Desde el momento en que nacemos, nuestro cerebro se va modificando según las experiencias que vivimos, y de los padres depende el que sean caminos armónicos que les conduzcan a la felicidad, o al descontento y a la frustración.
- El cerebro es el encargado de gestionar las emociones, por eso, si queremos que nuestros niños tengan armonía en su vida, intentaremos enseñarles conductas positivas y emocionales, les enseñaremos a respetar y a que los respeten.
- Es muy fácil de pequeños, con cariño y con paciencia decirles: ¡esto si!, y ¡esto no!, porque un niño, nace absolutamente desvalido. Necesita constantemente la ayuda de un adulto para todo, y mucho más para interpretar sus emociones, ya que ningún niño nace sabiendo lo que puede y lo que no puede hacer.
- Fomentar la empatía, la comprensión, la cooperación y el altruismo harán de ellos niños educados, alegres y felices.
-Tendrán muchos amigos, porque se sabrán relacionar con ellos sin necesidad de peleas.
-Si cuando pega a mamá, se ríen porque tiene mucha fuerza, luego es posible que de mayor ya nunca la respete.
-Si cuando algo le sale mal, o no sale como el esperaba, se pone a gritar y a patalear, y decimos: ¡Tiene mucho carácter!, cuando sea adolescente pegará, o empujará a sus padres si no le dan dinero o no le dejan salir.
-Esto suena muy fuerte, pero es la realidad que la vida nos presenta a los que trabajamos con niños.
-Es muy importante que los niños sepan gestionar sus emociones, si algo les sale mal, claro que tienen derecho a disgustarse, pero no a gritar, insultar ni a pegar, deben saber que a veces no todo sale como esperábamos, pero siempre habrá una manera mejor de volver a hacerlo. .
--Si les enseñamos habilidades para controlar las emociones negativas, no permaneciendo en ellas mas tiempo del necesario, las sabrán manejar bien.
-Cuando ocurre una adversidad, tienen que aprender a disiparla, porque cuando las emociones perturbadoras se apoderan de los niños, no pueden aprender, se sienten muy desgraciados y su mente se bloquea.
- Tendrán que aceptarlo, y punto.
- No les dejaremos que se quejen por todo, sino que les diremos que habrá que intentarlo por otro camino, o que esto, simplemente no ha podido ser.
- El cerebro, se adaptará mejor a las experiencias para que el camino neuronal que fabrique, sea más apropiado, para poder afrontar los problemas que la vida les brinde, modificando su estructura al promover cambios positivos en nuestro cerebro.
- Podrán ser unos adultos muchísimo más felices, porque influye mucho en la capacidad de ser feliz, el entorno en el que se desarrollen, y las experiencias que vayan acumulando.
Si queremos mejorar su comportamiento con los demás y con su entorno natural, habrá que trabajar en ello desde los primeros años, intentaremos que desarrollen su inteligencia social y emocional, la empatía y el altruismo, porque serán adultos generosos y felices, que formarán un mundo mejor.
- Einstein decía que el ser humano debería aumentar su comprensión y afecto a todas las criaturas vivas.
