"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.
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miércoles, 11 de mayo de 2011
"El Efecto Placebo"
Una amiga mía, lleva bastante tiempo a dieta, y aunque ya está guapísima, le cuesta mucho alcanzar el peso marcado por su endocrino.
-Hace quince días, fue a la consulta bastante desanimada, ( todos los que estamos a menudo a dieta por una u otra causa, sabemos lo frustrante que es ir a tu endocrino, y ver que no solo no has perdido nada de peso, sino que has engordado), porque los pantalones la estaban muy justos, y eso quería decir que había engordado.
- Se pasó la mañana tomando manzanilla y haciendo” pis”, pero llegó la hora, y tuvo que entrar en la consulta. El médico, educadísimo como siempre, la preguntó que qué tal, que si la había resultado muy duro, que cómo se encontraba, y ella, bastante apurada, solamente dijo:
-Creo que he engordado algo, porque he tenido muchas celebraciones, y he perdido un poco la voluntad, creo doctor, que me resulta muy difícil adelgazar en estos momentos, por lo que prefiero no pesarme.
-El médico la dijo que no se preocupara, que no siempre se pierde, que ella estaba muy guapa, y que si no había adelgazado, no importaba, que ya adelgazaría más adelante, que lo importante era que comiera bien, que no se obsesionara y que no se desanimara, pero la señaló la báscula.
-Se descalzó, se quitó el cinturón, los zapatos, se puso de puntillas, y contuvo la respiración……¡Tachán!....
-¡Enhorabuena, has perdido más de cuatro kilos en tres semanas!.
-Ella se quedó de piedra, no la parecía posible, pero sonrió y se alegró muchísimo.
-Al llegar a casa era otra persona, sentía que la ropa la estaba más floja, que la vida era maravillosa, y durante las siguientes tres semanas, fue observando cómo se la caían los pantalones.
-Al volver de nuevo, tres semanas después, el médico se disculpó diciendo que el peso había estado estropeado, y que la última pesada, no valía.
-Mi amiga, se quedó aterrorizada y desanimada, pero se subió a la báscula, y el médico la felicitó, porque pesaba medio kilo menos.
-Al comentarlo con él, el doctor la dijo que había tenido lo que se llama “efecto placebo”, que consiste en que cómo ella creía que había adelgazado con mucha facilidad ( es como si te tomas una pastilla de sacarina, pensando que es un antibiótico), su cerebro había activado una región vinculada a la habilidad de experimentar un beneficio o recompensa, que es el núcleo accumbens y segrega dopamina, provocando no solo alivio de cualquier dolor, sino la sensación de tener su metabolismo muy activo.
-Esto nos tiene que hacer reflexionar, porque si creemos que podemos, podemos, por eso tenemos que darnos cuenta de nuestro poder mental, y jamás, jamás, mandarnos mensajes negativos, que nos bajan la moral, el ánimo y las defensas.
-Desde hace poco tiempo, la comunidad médica, respeta mucho los mensajes que recibe el paciente, porque han comprobado que si creen que están mejorando, mejoran realmente.
-Yo recuerdo hace muchos años, que mi marido, que era muy joven, y, que padecía vértigos, se puso malísimo en casa de mis padres, con un mareo tan fuerte que no podía tenerse en pie, ni levantar la cabeza de la almohada. Avisamos al médico de urgencia, y le recetó una inyección diaria, diciendo que se tenía que poner las 8, de la caja, pero que hasta que se hubiera puesto cuatro inyecciones, por lo menos, no se podría levantar y volver a nuestra casa.
-Mamá, llamó a Juanita, una enfermera vecina y amiga, y estuvo viniendo cada tarde a pincharle. Después de la cuarta inyección, se encontraba tan repuesto, que se levantó, y le llevé por la noche a nuestra casa en el coche.
-Al día siguiente, vino un ATS de Sanitas, muy serio, y le preguntó: ¿Se encuentra usted mejor?
-Sí, claro, contestó mi marido, si he tenido que quedarme a vivir 4 días en casa de mis suegros, porque no podía levantar la cabeza de la almohada, y ahora estoy de pié, y mañana seguramente, podré volver a la oficina.
-El señor muy serio, le dijo, pues le comunico que le ha debido curar la Virgen de Lourdes, pues la señora que le ha puesto las inyecciones no se ha dado cuenta de que tenía que mezclar la ampolla con los polvos del medicamento, y le ha estado inyectando agua destilada……..
-¡Así que ya sabemos que somos muy poderosos, y solamente nos vamos a enviar mensajes positivos, para que todo nos salga bien!
Etiquetas:
Vida personal: efecto placebo