He estado mirando fotos con mi hija.
- Las fotos, siempre te afectan, da lo mismo que las veas en un álbum viejo o que mires la pantalla del ordenador donde un sofisticado programa, te pone una lista de parecidos, porque tiene un reconocimiento de caras.
- Resulta, que coge todas las caras que tienes en todas las fotos, hasta fotos muy antiguas en blanco y negro, que ni siquiera sabías que las tenías guardadas aquí.
-Me ha impresionado mucho, cuando debajo de una foto de mi nieta Natalia, ha puesto al momento, el nombre de mi madre, el mío y el de Gema. Yo siempre digo, que me recuerda a veces a mamá, pero al verlo escrito, hemos estado comparando, y tiene su misma nariz, y su cara de lista.
-Mi hijo Félix, de pequeño, está igual que sus dos hijos, viendo las fotos juntas se nota mucho.
-Raquel, mi nuera, que cree que sus hijos no se parecen mucho a ella, el programa, la ha puesto el nombre de los niños, o sea que sí se parecen.
-Félix, mi marido, se parece a sus hijos y a su nieto, pues el programa, puso sus nombres…..
-Mirando fotos antiguas de mamá paseando por la Gran Vía, fotos de cuando yo era muy pequeña, que se las hacían los fotógrafos callejeros que llenaban el centro de Madrid, llevando colgada al cuello su cámara de fotos con la funda marrón de piel, abierta. ¡Qué joven me parece mi mamá en esas fotos, pero entonces, yo no lo sabía!.
- Nunca pensé en su edad, creo que las niñas de mi época, pensábamos que las mamás, eran solamente mamás, y no tenían edad, ni falta que las hacía.
-Mi abuelita, impecable como siempre, con su sombrero negro, también la reconoce en nuestra nieta.
-Los genes, son mágicos y misteriosos, siguen viviendo en nosotros por siempre jamás, porque son de nuestros hijos, de nuestros nietos……
-Mi hijo mayor Daniel, fue un bebé guapísimo, y ahora el programa le reconoce en su sobrino Alvarito, y en mi padre.
-Tengo una foto de pequeña en la plaza de Cibeles, echando miguitas a las palomas del Palacio de Correos (hoy sede del Ayuntamiento de Madrid), y en esta foto, me parezco mucho a mi nieta.
-Mi tía Loti, hermana de mamá, que vivió siempre con nosotros, está en una carroza de “La batalla de flores de Laredo”, y me doy cuenta de que era una chica joven guapísima.
-Los niños, somos egoístas y crueles. Yo, solamente recuerdo a mi tía, jugando con nosotros, llevándonos a montar en bici, o a las verbenas, y ahora pienso que no tenía más vida que la nuestra.
-Loty, fue novia del hermano pequeño de papá, el tío Pepe, que murió durante la guerra en el Hospital del Rey, porque no había antibióticos.
-A todos les debió parecer lo más normal, que se resignara a no tener más vida que la nuestra, solo me queda la tranquilidad, de que mis hermanas y yo, la cuidamos hasta que murió hace unos años……..
-He pasado muy buen rato, pues acordarse de los que ya no están más que en nuestro corazón, también reconforta.
