Mi amiga
Inmaculada, licenciada en Historia,
educadísima y muy culta, me ha mandado un e-mail diciéndome que le gustó mucho mi entrada de ayer, sobre cómo una
madre enfurecida trataba muy mal a dos niñas pequeñas, también dice que por qué no escribo sobre la falta de respeto de dignidad y de
responsabilidad que tienen actualmente
en todas las clases sociales, tantos hijos con sus padres…..
-Dice
Inmaculada que vive en una casa preciosa
en el Barrio de Salamanca que ayer escuchó por el patio que comunica su casa
con la casa de al lado, como una hija
adulta trataba a gritos e insultaba a su madre anciana, exigiéndola dinero. Añade
que solo le faltó pegarla.
-Ellos
estaban sobrecogidos pensando en hacer algo, menos mal que alguien intervino y
el asunto terminó.
-Su marido
es un famoso psicólogo y ella es una
licenciada que lleva muchos
años dando clase; conocen muy bien el mundo juvenil, y no se asustan de cualquier cosa, pero
últimamente, están preocupados porque
cada vez es más frecuente el que hijos adultos exijan de malas formas dinero a
sus padres y lo consigan asustándoles.
-Dice que
dónde tienen estos jóvenes la dignidad y la responsabilidad que todos hemos tenido en esas
edades y la capacidad de valernos por
nosotros mismos y de resolver nuestros propios problemas sin recurrir a sus
padres ancianos.
-Yo estoy
totalmente de acuerdo con ella, puesto que conozco varios casos de hijos que ni
estudian ni trabajan y viven a lo grande a costa de sus padres, sin tenerles el mínimo respeto ni la mínima consideración .
-Me cuenta
también que un conocido de ellos que ocupa el cargo de director de una
Residencia de ancianos, ve muy a menudo como los hijos visitan masivamente a
sus padres en las fechas en los que estos han cobrado su pensión para sacarles
el dinero.
-Hemos
pasado de ser nosotros una generación que cumplíamos a rajatabla el cuarto
mandamiento de la Ley de Dios que dice:”
Honrarás a tu padre y a tu madre”.
-Quizás
nuestros padres nos enseñaron con el ejemplo, porque todos sabemos que los
niños aprenden lo que ven, y nosotros vimos que nuestros abuelos tenían un
sitio preferente en la mesa y en la casa, que se les servía los primeros y que
su opinión pesaba mucho en la familia.
-Educar es
difícil, pero yo como maestra de Primaria , estoy de acuerdo con el escritor estadounidense Robert Fulghum cuando dice :”No debemos
preocuparnos de que nuestros hijos no nos escuchen; preocupémonos porque
siempre nos están observando”.
-Siempre he
admirado su magnífico ideario titulado:
“Todo lo que
necesito saber, lo aprendí en el Kindergarten”
-Es una
pequeña joya que viene a decirnos que todo lo que es necesario para vivir, como
hacer y cómo ser, lo aprendemos en el parvulario.
-El
maravilloso cantautor Facundo Cabral, puso la música.
- Las normas
básicas de educación, de amor, de respeto, de solidaridad, de compañerismo, de
higiene….etc no se aprenden en la
Universidad, sino en el patio del colegio.
- Comparte
todo.
-Juega
limpio.
-No golpees
a las personas.
-Vuelve a
dejar las cosas donde las encontraste.
-Limpia tu
mesa y tus entorno.
-Nunca cojas
lo que no es tuyo.
-Pide perdón
si hieres a alguien.
-Lávate las
manos antes de comer.
-Pan
caliente y leche fría son buenos para ti.
-Vive una
vida equilibrada.
-Aprende
cada día algo.
-Piensa cada
día en algo.
- Dibuja.
-Pinta.
-Canta.
-Baila.
-Juega.
-Duerme una
siesta por las tardes.
-Trabaja
cada día un poco.
-Cuando seas
grande y salgas al mundo, presta atención agárrate de las manos con tus seres
queridos, y permanece siempre unido a ellos.
-Si
cualquiera de estos puntos los aplicas al sofisticado mundo de los adultos, a
tu vida familiar, a tu trabajo, al gobierno y al mundo, y verás que sostiene la verdad clara y firme.
-Piensa que
clase de mundo tendríamos.
-Si todos consiguiéramos comportarnos así.