Resulta que
el intestino, el esófago, el estómago y
el colon, tienen unas capas de tejido que lo forran, que es una entidad
anatómica única, compuesta por redes de células nerviosas, sustancias neurotransmisoras
y proteínas, que actúan como mensajeras entre neuronas capaces de aprender, y
de influir sobre nuestro estado de ánimo y sobre nuestra salud.
- Esos
órganos tan ” humildes”, que casi
siempre hemos considerado como meras
cañerías, resulta que ahora han
descubierto los científicos que es un
auténtico” cerebro intestinal “o “cerebro digestivo”.
- Esta es la única manera
que tienen de comunicar al exterior lo que sienten, y nosotros sin que nadie nos lo dijera ya lo sospechábamos, porque a veces un disgusto , hacía que se nos cortara la digestión.....
-Desde que
nacemos, tenemos cólicos de lactante, que son los culpables de que los bebés a
veces lloren y lloren.
-Todas las
madres sabemos de la angustia que produce estar horas con un bebé en brazos retorciéndose por
culpa de un cólico de gases.
-Más
adelante, cuando los niños pequeñitos están asustados, nerviosos, no quieren ir al
cole y tienen unos extraños dolores de tripa, están diciéndonos a gritos que
tienen un problema….
-Michael
Gershon, autor del libro “El segundo cerebro, es profesor de Anatomía y
Biología Celular del Centro Médico de Columbia en EE.UU, asegura que:
- “El
cerebro intestinal desempeña un papel importante en la felicidad
y miseria humana, aunque poca gente sepa que lo tiene”.
- Este
cerebro, dirige el proceso de la
digestión y colabora con el sistema inmunitario frente a sustancias y
microorganismos hostiles.
-Estas funciones
son tan importantes como las intelectuales.
-Se ha
comprobado que nuestro intestino tiene más de cien mil millones de neuronas,
casi tantas como el cerebro superior.
-La red
nerviosa intestinal, está dirigida por un pequeño grupo de neuronas “comandantes”
que reciben órdenes básicas del cerebro, y las envían a través de millones de
neuronas que se extienden a través de las dos redes nerviosas propias del
intestino:
-La
actividad inmunitaria del intestino, es tan importante que se le puede
considerar el mayor órgano del sistema de defensas, ya que alberga más células
inmunitarias que todo el resto del cuerpo, y las neuronas entéricas (del intestino),
están en permanente comunicación con ellas, y ellas son las que detectan y
mandan expulsar a los microorganismos que nos pudieran resultar perjudiciales.
-Ahora
sabemos a ciencia cierta que tantos pacientes con dolor de estómago y colon
irritable, eran tratados por siquiatras como si fueran locos que imaginaban sus
síntomas, y no era así, porque aunque se manifiesten en el cerebro intestinal,
están relacionadas con el estrés, los disgustos, la depresión, las alteraciones
del sueño….etc.
-El caso es
que todos hemos sentido alguna vez “mariposas en el estómago”, y son
consecuencia de la estimulación de las células nerviosas intestinales al
liberarse enormes cantidades de las hormonas del estrés por orden del cerebro
cuando nos enfrentamos a una situación que nos agobia.
-También
sabemos que una diarrea puede ser resultado del miedo que multiplica los
movimientos peristálticos del intestino.
-Un ayuno de
vez en cuando, serviría de limpieza intestinal y sería algo así como una cura
de sueño para nuestro sistema nervioso central, así que tomaremos nota y cenaremos una infusión cuando veamos que nos hemos pasado mucho.....