-Es curioso que la gente cada día tiene menos
paciencia.
-Ignoro el motivo, pero una gran mayoría,
quieren obtener gratificación inmediata, o respuesta inmediata, y se frustran
porque muchísimas veces no lo consiguen, ya que no depende de ellos……
La paciencia es una virtud, según aprendí de
pequeña, pero como hoy en día se habla poco de virtudes y mucho más de
actitudes, diremos que es una actitud que nos ayuda a soportar contratiempos y
dificultades que la vida nos presenta, para acabar consiguiendo un buen fin.
-La Biblia nos presentaba como el hombre más
paciente del mundo al Santo Job, que a pesar
de que le sucedieron cientos de desgracias, nunca se dejó dominar por el
desánimo.
-A nosotros nos decían muy a menudo: ¡Tened
paciencia que todo llegará!
-La paciencia es un signo de madurez, ya que las
personas inmaduras son tan impacientes
como los niños.
-Sabemos por experiencia que la vida a veces nos
presenta una serie de situaciones, que
no dependen de nosotros, y que por lo tanto, no podemos hacer absolutamente
nada para arreglarlas, así que lo único que podemos hacer es tomárnoslo con
filosofía, y darles tiempo para que se solucionen.
-No debemos confundir paciencia con
cobardía,
porque una persona paciente , nunca es cobarde ni tiene una actitud pasiva ante
el sufrimiento ajeno,
-Una persona paciente, suele ser una persona lo
suficientemente equilibrada como para poder vivir sin prisas, disfrutar del presente que es algo real, y darse cuenta de donde reside el origen de los
problemas, para así valorar si está o no está en su mano la solución.
-Cuando se presenta una mala situación, es mucho más
inteligente tolerar que gritar, así que como me he puesto muy filosófica, voy a
acabar con una maravillosa frase de Santa Teresa de Avila:
-“Nada te turbe, nada te espante todo se pasa,
Dios no
se muda, la paciencia todo lo alcanza.