Estoy oyendo la canción de Alaska “Dramas y
comedias” que se ha puesto mi hija Gema como tono de llamada en su iPhone, y me
estoy dando cuenta de que yo tampoco
quiero más dramas en mi vida.
-Alaska tiene toda la razón, y por eso no quiero que nadie me venga agobiando con la política,
la economía, la corrupción….etc, porque lo único que consiguen es que yo pierda
el sueño, porque no puedo hacer nada.
-Los que hemos pagado religiosamente nuestros
impuestos, hemos cumplido con nuestro deber, y hemos respetado las normas no queremos que nos persigan contándonos desgracias las 24
horas del día con la corrupción, el tráfico de influencias y la crisis.
- Reclamamos nuestro derecho a que nos dejen en
paz, y debemos empezar a hacer planes
para conseguirlo.
-En primer lugar vamos a revisar nuestras palabras, ya que de
ellas depende casi exclusivamente
nuestro sufrimiento.
-“Palabra suelta, no tiene vuelta”, y si decimos
que estamos fatal, que esto no mejora, y mil cosas más que se nos van
ocurriendo, cada vez nos sentiremos peor……
-Las primeras palabras que tenemos que revisar con lupa, son las que decimos de
nosotros mismos, ya que muy a menudo parecemos nuestro fiscal en vez de ser
nuestro abogado defensor.
-Si empezamos el día diciéndonos, lo feos que
estamos, la mala cara que tenemos, lo malísimo que es nuestro trabajo…, lo más
probable es que nada nos salga bien.
- Si
creemos que somos personas feas,
cansadas y desanimadas, no podremos hacer nada bueno, así que antes de
levantarnos, dedicaremos dos minutos a visualizarnos con nuestro mejor aspecto,
sonrientes y contando lo bien que nos ha salido todo, el pronóstico para el día
, será buenísimo.
-No debemos hablar de las cosas malas que nos
pasan, porque son casi siempre mucho
menores que las buenas, y sin darnos cuenta tendemos a exagerarlas y
agrandarlas.
-Me decía
una amiga que me acaba de telefonear:
¡Me ha tenido mi madre dos horas al teléfono,
poniéndome verde porque no la he ido a ver!.....
-Me he reído a carcajadas, porque yo he llegado
a casa hace unos quince minutos, y ella ha subido conmigo en el ascensor, así que lo más que ha hablado con su madre
habrán sido quince minutos, y su pobre madre, lo que le habrá dicho es que
parece mentira que nunca encuentre un ratito para visitarla, cosa que la
decimos todas las amigas muy a menudo…..
-Nosotras vamos a dedicar un ratito todos los días, a hacernos unas
visualizaciones de salud, trabajo, dinero abundante, y amor a raudales,y
enseguida veremos que nos funciona….!!!!!!!!!