Aunque a las niñas de esta generación que ahora son
mamás, les han dicho a menudo que en cuanto tuvieran hijos, su cerebro
perdería mucho y que por culpa de esa maternidad tan exigente, actuarían de
manera absurda, por el estrés del bebé, haciendo cosas estúpidas tales como
meter el bolso en la nevera , y los yogures en el armario…..no es cierto.
-¡Aquí viene la buena noticia! Estudios
recientes, demuestran que las madres desarrollan ciertas mejoras cognitivas, en
cuanto paren.
-El hipotálamo, la amígdala y la corteza
prefrontal crecen más después del parto, y estas regiones impulsan a la joven
madre no solo a velar por su bebé, sino
que le ayudan a disfrutar con las interacciones.
-Tras el
nacimiento del bebé , los niveles de oxitocina de la madre, llegan al máximo y
es en este momento cuando con tantísima hormona, se crea el vínculo entre ella
y su hijito.
-Este amor tan enorme nos droga para proteger y asegurar la supervivencia de
la especie, y hace que nos sintamos responsables de alimentarles, cuidarles y
sobre todo quererles.
-Las mamás después del parto son mucho más eficientes a la hora de razonar,
planificar y juzgar , porque el amor aumenta el tamaño de su cerebro literalmente.
-Los padres viven la paternidad de otra manera,
ya que sus niveles de testosterona decrecen un tercio en las semanas siguientes
al nacimiento de su bebé, por lo que son mucho más maternales, y menos
agresivos, y a las mamás en esos momentos no les preocupa en absoluto que el nivel de testosterona de su marido baje, ya
que ella está mucho más interesada en su bebé que en otra cosa.
-Todos estos cambios cerebrales, hacen que libere oxitocina, y desee acariciar y abrazar a su
hijito para transmitirle su amor.
-Buenas noches.