Nuestro cerebro a pesar de lo que creemos, es
increíblemente frágil; aunque sabemos que posee un increíble poder, en cuanto le quitamos la protección de su
magnífico casco óseo, vemos que solo nos queda, una intrincada masa de
neuronas, en gelatina.
-El cerebro al aire, no resistiría la mínima
herida, y sabemos que una sola conmoción a la que ahora no damos importancia,
puede transformarse en unos años, o en unas décadas después en enfermedades
gravísimas, como el temido Parkinson.
-Si pasamos muchas noches bebiendo en exceso,
pensando que no tiene importancia, estamos muy confundidos , porque nuestro
cerebro queda ya alterado para siempre.
-EL pasado puede volver en cualquier momento
para torturarnos, en forma de remordimientos, por absurdos pecados de juventud, por viejas
heridas o por viejas dolencias.
-Los remordimientos son según Fernando Sabater:
“Reflejos íntimos del miedo que sentimos ante un castigo, que podamos merecer”,
por eso nos arrepentimos de las cosas que sabemos que están mal hechas.
-Tenemos remordimientos , cuando nos sentimos
culpables de algo; yo conozco mucha gente que tiene fuertes remordimientos por
no haber hecho algo, o no haberle dicho lo que le quería, a algún ser querido,
y si ya ha muerto, les queda la pena de
saber que nunca se lo podrán decir .
-Por eso es importante reflexionar cuando
sentimos remordimientos por algo que hemos hecho , o que no hemos hecho, y lo mejor
será anotar rápidamente lo que sentimos , para evitar que la próxima vez que
nos suceda, podamos reaccionar de esa manera.
-Ejemplo, si comprendes que te pasaste tres
pueblos al discutir con un amigo, con tu pareja, con tus padres o con tus hijos,
lo primero que harás, será anotar en un folio lo que sentiste, y
procurar no adoptar esa actitud la próxima vez, ya que consideras que fue
injusto, desproporcionado o exagerado, y
si tiene arreglo, y lo ves claro, procurarás arreglarlo ya, o hacerlo mejor, la próxima vez.
-Pero esto no significa que tengamos que llevar
una vida monacal o que debamos meternos en una burbuja para preservarnos de
posibles peligros.
-El arte de vivir consiste en curar nuestras
heridas , aprovechar al máximo nuestras limitaciones, sacándoles el mayor partido
posible, y desarrollar nuestros dones que son nuestra mayor riqueza.
-Buenas noches