(Imágenes increibles de Erik Johansson)
-Tengo una amiga “cansina”, como diría José
Mota, y me llama para decirme como hace
siempre que es un desastre y que todo lo hace mal, como me faltan palabras para
convencerla, he decidido dedicarle mi entrada de hoy.
-Thomas Edison dijo: Cada una de las 200
bombillas que no funcionaron me enseñó algo que probé en el siguiente intento.
-Consuela leer que una persona tan inteligente
reconozca que los aprendizajes a veces son duros y que se suele tardar mucho más de lo esperado, pero
creo que la moraleja está bien clara y es perfecta .
-¡ Los errores son aprendizajes!.
-Los autistas no se suelen equivocar, porque
tienen miedo al cambio, por eso repiten una y otra vez la misma rutina.
-No debemos tener miedo a arriesgarnos por miedo
a cometer un error, porque si no arriesgamos no aprendemos . El refrán dice “Quien
no se arriesga no pasa la mar”.
-No es bueno ser muy perfeccionista, porque sufren y hacen sufrir a los que comparten con
ellos vida y trabajo. Ponen el listón tan alto que acaban llenos de frustraciones.
-Creo que lo sano es intentar pensar en lo que
hemos hecho mal, y ver si se podría haber hecho de otra manera , y si es así,
la próxima vez intentar mejorarlo, y si no lo es , dejarlo ir…..
-La gente comprende muy bien los errores y los
disculpa aunque a veces el que los comete
piense que le han crucificado de por vida .
-En la Universidad de Minnesota, un grupo de
psicólogos que estaban trabajando estos temas,
escogió a un grupo de alumnos y les puso una grabación de un supuesto
competidor suyo del College Bowl ( en realidad , se trataba de un actor).
-La grabación
era una entrevista donde le realizaban preguntas muy difíciles, a una
persona muy competente con un 92% de respuestas acertadas.
-La siguiente entrevista , la protagonizaba
alguien mediocre, con un 30% de aciertos.
-Al finalizar hacían el resumen de todos sus
logros académicos, y los mediocres hablaban solo de un curso regular,
incluyendo ambos un pequeño error.
-Al terminar las grabaciones, los alumnos tenían
que decir cuan agradables y simpáticos
les habían parecido sus competidores.
-Al hacer el recuento, los psicólogos observaron
que cuando el competidor competente se equivocaba al final, su nivel de
atractivo y de aceptación aumentaba, mientras que en los mediocres no .
-Sacamos la conclusión, de que todo el mundo
acepta que una persona excepcional se equivoque, porque es humano, y les gusta
comprobarlo, en cambio, que un vago lo haga una y otra vez, no gusta a nadie .
-¡Tomaremos nota.!
-Buenas noches