Esta mañana nos hemos ido todos a la playa, porque lucía un sol espléndido.
-Felix padre e hijo, se han sentado en un
chiringuito al sol a tomarse un aperitivo, mientras Gema y yo , nos dirigíamos
con mucho valor hacia el mar que rugía y lanzaba unas olas que te empapaban
aunque estuvieras a mucha distancia.
-Alvarito ha sido el primero en meterse en un agua
tan helada que hacía parecer caliente a los cubitos de hielo, y enseguida ha
empezado a coger conchas de todos los tamaños .
-Yo me propuse pasear la playa mojándome un poco
los pies porque es buenísimo para la circulación, pero al momento tenía el
vestido empapado a pesar de llevarlo remangado, y los pies morados.
-Los niños estaban fascinados al ver como salían
burbujas de la arena al retirarse las olas, y al saber que eran las almejas que
respiraban, su única obsesión era verlas, así que se ponían a escarbar con las
manos en busca de las coquinas vivas que no encontraban.
-Caminar por la playa , cuando el agua casi te
llega a las rodillas, es labor difícil, y cansadísima, así que después de algo
más de una hora de pasar calamidades,
salpicaduras y frío, decidimos sentarnos en el chiringuito con los chicos,
suplicando al camarero que nos recogiera el toldo del techo para poder
templarnos con el sol.
-De vuelta estuvimos mirando en las tiendas de
playa y compramos unas cuantas cosas.
-Comimos en casa y nos echamos la siesta. Yo me he
dormido como si fuera de noche y la verdad es que al despertarme , no sabía si
era mañana o tarde, jajaja.
-Ahora mientras escribo mi entrada , todos se
están bañando en el jacuzzi, y a juzgar por las risas lo están pasando muy bien
.
-Es estupendo de vez en cuando cambiar la rutina
de vida y disfrutar de la vida tranquila en familia, sobre todo con los niños
que dan tanta alegría y hacen que cualquier cosa parezca una maravilla, ya que
estrenan la vida y hacen que la veamos con ojos nuevos.
-Buenas noches.