Cada día, sin darnos cuenta nos estamos convirtiendo en personas más agresivas.
-Cuando discutimos de cualquier tema, tendemos a
exagerar nuestro lenguaje para dar más énfasis a nuestros argumentos, y nos
vamos poniendo cada vez más agresivos, ya que además de contrariar sus argumentos, lo hacemos en un
tono de voz más alto y con más fuerza.
-No podemos hacer responsables a los otros de
nuestra ira, porque ellos lo serán únicamente
de su comportamiento no de los sentimientos que nosotros tenemos al
escucharles.
-El otro día, una amiga mía , se asustó mucho
cuando se le cruzó un coche de mala manera, en una calle muy concurrida en plena hora punta.
Como ella es una experta conductora, evitó el choque y a pesar
de que es una chica bastante tranquila, se enfadó tanto que insultó al otro conductor
y le hizo un gesto con la mano.
-Al poco rato, vio como el otro coche la seguía
, pitando como un loco y haciendo gestos amenazantes de que parara porque la
iba a pegar….
-Ella se quedó paralizada y cuando ya tuvo que
pararse, porque se le atravesó el otro
coche , asustadísima le pidió perdón mil veces sin abrir la puerta del coche ,
mientras el otro intentaba abrirla a la fuerza y daba patadas a las puertas.
Gracias a
Dios, como pitaba tanto, salieron
vecinos, y el hombre acabó marchándose y
mi amiga se ha jurado no volver a insultar a nadie nunca ….
-Tenemos que hacernos el propósito cada mañana
de ser más tolerantes y no insultar, porque el insulto solo busca ofender y hacer daño, nunca sirve
para arreglar nada sino todo lo contrario y a veces por un incidente de tráfico
sin importancia, se han peleado y hasta
se han matado.
-Es muy importante identificar y comprender
nuestras emociones para poder descubrir las emociones parecidas en los demás.
-Tenemos que acostumbrarnos a escuchar los
argumentos ajenos atentamente , no pensando en lo que le vamos a contestar en
cuanto acabe.
-El insulto es un mecanismo de defensa, una agresión verbal y es
absolutamente descalificadora, lo que pasa es que una vez que nos acostumbramos
a insultar, nos da risa y no le concedemos la importancia que tiene.
-Las personas que insultan constantemente, suelen tener pensamientos personales de baja estima
-La persona que insulta carece de autocontrol
para expresar con palabras sus sentimientos , y por eso insulta.
-Cuando insultamos creemos que el otro es el culpable, que nos provoca, que
no sabe hacer nada, que nos enfada y que nosotros somos sus víctimas, pero no es cierto; él no nos enfada, nos enfadamos
nosotros porque no sabemos gestionar nuestras emociones ante determinadas
situaciones.
-Aprender a gestionar las emociones es básico
para convivir en sociedad, porque entoda sociedad surgen conflictos, y no es
lógico que nos enfademos ante cualquier problema que surja.
-Empezaremos siendo mucho más tolerantes con
nosotros mismos , ya que a veces nos hacemos mucho daño con nuestras
exigencias desproporcionadas, y si no
nos podemos perdonar a nosotros mismos, mucho menos perdonaremos a los otros.
-Buenas noches