He estado hablando con una amiga, y la he encontrado
muy triste; ha reñido con su novio, y dice que se han gritado y se han
insultado…..
-Vivimos en un constante estrés, y casi todos
hablamos demasiado alto, a pesar de que sabemos que el grito no solo no aumenta la fuerza de la razón, sino que dice
muy poco en nuestro favor ya que parecemos personas incapaces de controlarnos.
-El grito aumenta el estrés, con lo que la
discusión, no solo se empeora, sino que se puede convertir en una auténtica agresión verbal.
-Una vez leí una historia que decía que las personas nos gritamos cuando estamos
enfadadas, rabiosas, llenas de ira o de rencor, y perdemos la calma.
-Gritamos a pesar de que la otra persona está a
nuestro lado, y esto es porque cuando nos invaden estos sentimientos, nuestros
corazones están muy lejos, y sentimos la necesidad de gritar para que nos
escuchen.
-Así que cuanto más enfadados estamos, sentimos
la necesidad de gritar más y más…..
-En cambio, recordemos que cuando nos enamoramos,
nuestros corazones estaban tan cerca, que nos hablábamos en susurros, con
muchísima suavidad, porque sabíamos que nuestros corazones estaban cerquísima,
casi no había distancia que nos separara.
-Si nos fijamos en los enamorados, a veces, ni
siquiera tienen necesidad de hablarse, porque pueden decirse
todo con la mirada, ya que se entienden perfectamente.
-Por eso, yo no solo aconsejo a mi amiga,
también yo he aprendido mucho con esto que le ha pasado a mi amiga y me ha hecho reflexionar mucho.
- Todos olvidamos demasiado a menudo, (por
culpa de la prisa, del estrés, o de otras circunstancias),el amor que tenemos a
nuestras personas queridas, y por eso, las
tratamos de manera desconsiderada ,(a veces es por exceso de confianza),sabiendo que podríamos decírselo bajito, ya
que sus corazones están muy cerca del nuestro.
-Tendremos que vigilar las discusiones para
evitar que nuestros corazones se alejen, y procuraremos evitar las palabras que
hieren, ya que: ”palabra suelta no tiene vuelta”, y si no lo paramos ahora, a lo
mejor mañana ya es demasiado tarde y la cosa no tiene arreglo.
-Por eso, si fuéramos capaces de controlarnos,( sobre todo estos días de vacaciones, en los que estamos todos juntos), y hacer lo que dice este proverbio:
-"Es mejor callarse durante la tormenta, y hablar cuando se recupere la calma"
-Por eso, si fuéramos capaces de controlarnos,( sobre todo estos días de vacaciones, en los que estamos todos juntos), y hacer lo que dice este proverbio:
-"Es mejor callarse durante la tormenta, y hablar cuando se recupere la calma"