Cuando tenemos miedo, cuando sentimos temor,
nuestro cuerpo sufre una barbaridad porque se pone en alerta máxima y nos
prepara para la huida.
-Es curioso pero como somos hijos de nuestra evolución, reaccionamos ante las situaciones estresantes de la misma manera que lo hicieron nuestros antepasados cuando peligraba su vida.
-Es curioso pero como somos hijos de nuestra evolución, reaccionamos ante las situaciones estresantes de la misma manera que lo hicieron nuestros antepasados cuando peligraba su vida.
-Nuestro cerebro se dedica a enviarnos a través de nuestro sistema nervioso, cortisol,
que es la hormona del estrés, y consigue que de pronto nos convirtamos en
hiperactivos dispuestos a emprender rápidamente la lucha o la huída.
-Así que para no dejar que nuestro cuerpo se
ponga en piloto automático y actúe por su cuenta, tendremos que reeducar nuestra mente.
-Lo mejor y lo más práctico es enfrentarnos a
nuestros temores de forma práctica, para que el cerebro vea que es algo que podemos gestionar
perfectamente sin necesidad de luchar ni de huir.
-En cuanto lo logremos, nos felicitaremos y lo
comentaremos, para así reforzar un buen comportamiento y dejarlo en nuestra
memoria como algo aceptable y positivo.
-Meditar y respirar es muy práctico mientras
reforzamos estas conductas repitiéndonos en voz alta : “Esto a mí no me va a afectar puesto que yo soy perfectamente
consciente de lo que pasa y lo puedo solucionar y lo soluciono adecuadamente”.
-Prueba a hacer terapia con tu espejo enviándote mensajes
positivos que sirvan para afianzar la sensación positiva y de trabajo bien
hecho. Repítete que tus fracasos no te definen, que te definen tus logros, y utiliza cualquier frase que te motive y te guste.
-Ser valiente requiere práctica, así que
practica para que se convierta en 21 días en uno de tus hábitos.
-Compartir nuestros temores con alguien , suele dar muy buen resultado, porque mientras se lo estás contando, a la vez lo oyes, y cuando el o ella te contestan , empiezas a comprender de dónde te puede venir ese miedo, y la solución con ayuda se interioriza mejor.
-Compartir nuestros temores con alguien , suele dar muy buen resultado, porque mientras se lo estás contando, a la vez lo oyes, y cuando el o ella te contestan , empiezas a comprender de dónde te puede venir ese miedo, y la solución con ayuda se interioriza mejor.
-Buenas noches