Todos esperamos las vacaciones de verano durante
todo el año, y nuestras expectativas suelen ser muy altas, porque en la
distancia , desde la rutina de la ciudad con su monótono quehacer diario,
solemos idealizar el verano.
-Queremos descansar, aparcar las prisas y el
estrés que se ha adueñado de nosotros poco a poco y que ya está afincado en
nuestras vidas, así que esperamos estos días con alegría e ilusión, y nos las
prometemos muy felices.
-El problema radica en que el cambio de vida es
tan fuerte, que pasamos de vernos a ratitos con nuestra familia durante el invierno, a estar las 24 horas del
día juntos , y esto a veces resulta un poco difícil, porque las pequeñas cosas
que nos molestan de nuestras parejas, de
nuestros hijos, de nuestros suegros…etc, las tenemos en primer plano.
-El presupuesto que habíamos hecho para gastos
extra, nos los gastamos en esa pequeña avería que tuvo el coche durante el
viaje, y el dinero para salidas a comer , vemos que no nos va a llegar ni en
broma, porque todo ha subido mucho con respecto al año pasado.
-Las actividades en común , son muy difíciles de
conciliar , porque la idea de descanso y de playa que tenemos nosotros, es muy distinta de la que tienen nuestros hijos.
- Mis amigas se quejan de que una vez que han
llegado al apartamento, piso o chalet, los hijos se escaquean y al final son
los padres los que tienen que cargar con el trabajo.
-Lo mejor
será que los que aún no habéis salido, tengáis una conversación clara y
sincera en la que dejaréis muy clarito que sois una familia y que todos
necesitáis descansar, y que nadie se va a ir de rositas , porque cada uno debe
cumplir con su responsabilidad que no hay nadie
que les vaya a servir porque no vais a ningún hotel.
-Os deseo lo mejor . Mucha paciencia y a
disfrutar que son 2 días de vacaciones.
-Buenas noches.