Según el eminente psiquiatra Luis Rojas Marcos, hablarnos a nosotros
mismos, no es de locos, sino todo lo contrario, las personas que hablan solas,
se están aconsejando, animando , alegrando o consolando a sí mismas, y para eso
hay que estar muy cuerdo.
-Él mismo confiesa que lo hace a diario desde pequeño y que en momentos
especiales con mucha más intensidad.
-Lo importante es que durante estas
conversaciones nos tratemos bien, con cariño y con respeto, porque a veces los
únicos momentos que dedicamos a estas charlas son para descalificarnos.
-El poder de la palabra es enorme, y si son
nuestras propias palabras, se graban con mucha más intensidad en nuestro
subconsciente.
-Animarnos con palabras de aliento y
tranquilizarnos en momentos malos , porque desgraciadamente , Ethan Kross, científico experto en psicología
emocional de la Universidad de Michigan, comprobó que los seres humanos somos
muy propensos a la auto-conversación negativa.
-Muchos
amigos cuando nos cuentan algo que les ha sucedido, se recriminan con frases del tipo: -Y yo como
soy tonto, o –y claro como soy un desastre que nunca me fijo, o soy un estúpido y ….
-Este diálogo interno tan negativo, nos deja
tristes, indefensos , acomplejados y preparados para caer en una depresión…
-Los consejos de este profesor experto en
psicología emocional tras comprobar que las personas que se hablan a sí mismas
empezando sus diálogos pronunciando su nombre, tenían más éxito en su vida,
mostraban más seguridad y confianza y se sentían mucho más felices que las que
no lo hacían, y por eso nos aconsejan que nos acostumbremos a hablar con
nosotros mismos.
-Cuando nos hablamos con cariño, nuestro cerebro
funciona mejor, su capacidad de percepción es más hábil y además gestionamos de
forma adecuada nuestro mundo emocional.
-Hablar con uno mismo mejora nuestra capacidad
intelectual, potencia nuestra atención, nuestra capacidad de reflexión y
nuestra atención está más focalizada.
-En cuanto nos acostumbremos a dirigirnos a
nosotros por nuestro nombre y con mucho cariño, veremos lo fácil que nos
resulta centrarnos en el momento presente con las emociones presentes para
tomar una clara conciencia de ellas, entenderlas y gestionarlas adecuadamente.
-Al hablarnos a nosotros mismos en voz alta,
activamos un interruptor en nuestra corteza cerebral, donde se asienta la
conciencia del yo.
-Al escuchar a nuestra voz interior más calmada
y más segura ganamos en perspectiva y relativizamos los pensamientos negativos
y rumiantes que tanto nos perjudican.
-Rojas Marcos nos resume un poco esto,
asegurándonos que no importa lo que fuimos en el pasado , ni lo mal que lo
hicimos; ahora podemos marcar pautas nuevas y empezar a ser todo lo cariñosos
que podamos con nosotros mismos , así
mejoraremos nuestra vida y seremos más felices.
-Cuando por fin lo logremos, lo disfrutaremos en
el acto, y no analizaremos , porque hemos
venido al mundo a ser felices.
-Buenas noches.