Mi abuelita “Lita”, como la llamábamos nosotros,
era una mujer excepcional, guapa, elegante, simpática, educadísima y con mucho
arte para todo y muchos recursos.
Tengo la seguridad de que mi abuelita me ve y me
cuida desde el cielo, porque ella estaba segura de que ese era el mejor lugar
donde descansar.
-Soy la pequeña de cinco hermanos , somos tres
chicas y dos chicos, y aunque nunca quise dejarla que me enseñara a tocar el
piano, (porque ella era concertista de piano), ni quise aprender a bordar como
mi hermana Mª José, (que se sentaba junto a ella con su bastidor y aprendió
hasta a hacer velos),a mí me quería mucho y nos llevábamos muy bien .
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- Creo que yo fui la que se quedó con lo mejor
de ella; sus historias contadas a media voz en la penumbra del balcón( que
nunca oscurecía para que yo no tuviera miedo), y sus confidencias y
conclusiones de vida tan prácticas y que tanto me ayudan cada día.
-Aprendí a
su lado a hacer encaje de
bolillos, porque me encantaba el ruido acompasado de los bolillos al chocar, y
me regaló una almohadilla de bolillos pequeña con muchos bolilllos, e hice
varias puntillas estrechitas que me pusieron en una combinación, y yo la cosía en la ropa de mis muñecas.
-Cuando propuso a mamá, poner una cama pequeña en su
dormitorio, me pareció que me había tocado la lotería, y dije que sí,
corriendo.
-Tendría alrededor de 8 años cuando me trasladé
a su cuarto, y a partir de entonces y hasta que me casé dormí en su cuarto, recuerdo
que estaba deseando que llegase la hora de acostarme para poder charlar con mi
abuelita de mis cosas.
-Probablemente me llevó a su cuarto porque ella
se acostaba pronto, y mamá tenía cada noche conmigo la gran pelea porque no me
quería ir a la cama ….y desde entonces, yo era la primera de los 5 en
acostarme.
-Todos los cuentos chinos que me sé y que he
contado durante 35 años a mis alumnos, a mis hijos y ahora a mis nietos , me
los enseñó ella, y tenían para mí una magia especial que les daba ella con sus
voces y gestos solemnes.
- Buenas noches.