Nunca menospreciaremos nuestro
camino. Lo bueno y lo malo que hay en él tiene una misma finalidad :
enseñarnos.
-Aprendemos de nuestros propios errores y de los de los demás.
-Einstein afirmaba que, puesto que
el espacio es curvo, si nuestra capacidad visual no tuviera límites,
acabaríamos viéndonos el cogote.
-El ser humano es curioso, porque a
pesar de que a lo largo de nuestra vida
conocemos a miles de personas, visitamos cientos de lugares, aprendemos
diferentes idiomas y cientos de manuales
de instrucciones.
-No obstante, siempre regresamos a
nosotros mismos.
-Los seres humanos no podemos evitar
regresar una y otra vez a nosotros mismos.
-Buscamos la experiencia, el placer y la verdad en el mundo exterior.
-Esperamos que sean los demás los
que nos muestren el camino, seres más experimentados que nosotros que hayan
encontrado la salida del laberinto vital y sin embargo no pueden ayudarnos.
-Al final todos somos
peregrinos que encontramos nuestro propio camino y encendemos nuestro farol en la
noche cerrada.
-Otros pasarán a nuestro lado, a
veces comparten con nosotros comida y techo, pero al final seguimos solos entre
la niebla buscando el grial que contiene
el secreto de la existencia.
-Cada uno mismo somos la respuesta a nuestras preguntas , pero en el peregrinaje lo hemos olvidado y seguimos caminando.
-Estamos haciendo una
peregrinación
hacia nosotros mismos.
-Nos empeñamos en buscar en los
demás lo que tenemos dentro de nosotros mismos.
-Al ver nuestras caras reflejadas en
el lago, sonreímos porque no estamos solos en nuestra travesía del infinito.
-Buenas noches.