Los seres humanos somos animales sociales;
compartimos el tiempo y el espacio con muchas personas , unas veces por gusto y
otras por necesidad.
-Lo más práctico es aprovechar los recursos que
suponen compartir cosas y minimizar los inconvenientes.
-Por eso debemos tener muy claro que cada persona somos
iguales y diferentes de los demás.
-El vecino de la puerta de al lado nuestro, lleva
una vida diferente a la nuestra porque ha tenido otra familia, otra infancia,
otros amigos, otra educación…y posiblemente otro futuro.
-Este vecino tiene las mismas necesidades.de apoyo, de alimento , de amor, de estímulo y está sometido a las mismas leyes naturales que nosotros.
Es como otro tren que circula en nuestra misma
dirección, pero va por una vía paralela a la nuestra.
-Puede ser que su trazado
sea más recto y fácil que el nuestro (que está lleno de túneles que se sumen en la oscuridad y no nos permite disfrutar del paisaje).
-Las alegrías, miedos, esperanzas y deseos de las
personas son asombrosamente parecidas.
-La comprensión de ese hecho nos libera de nuestro
egoísmo y nos acerca a los demás.
-Al fin y al cabo, los otros no dejan de ser un espejo de nuestras propias acciones.
-Cada vez que aceptamos una diferencia, estamos
aceptando nuestro universo humano.
-No cometeremos el error de creer que nuestras
necesidades son más legítimas que las de
los otros.
-Es lógico y natural que los demás persigan lo mismo en la vida.
-Buenas noches.