"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


jueves, 19 de noviembre de 2020

"Mi Abuelita Segunda Parte"

Mi abuelita y yo nos hicimos amigas, y me hablaba de su infancia, de su familia, y de aquel colegio francés donde estudiaba piano, cocina , urbanidad, protocolo, baile,  bordado y economía doméstica.


-Aprendió todo lo que tenía que saber una mujer para hacer una buena boda , y ella siempre fue la que mandaba en casa y la que organizaba y dirigía todo, con el beneplácito de su hija, mi madre.


-Me emocioné cuando siendo ya jovencita, una noche me contó que  el amor de su vida no había sido mi abuelo , que era mucho mayor que ella, sino un chico abanderado del cuartel donde su hermano era el oficial al cargo que la hablaba en secreto al caer la tarde en la ventana, y que al sorprenderlos , le trasladaron , rompiéndola  el corazón.

-Cuando se tuvo que operar de cataratas , quiso que fuera yo la que ingresara con ella en la clínica Covesa  en la calle Príncipe de Vergara  cerca de casa, porque sabía que estaría pendiene de todo


-Y fui yo, la que se dió cuenta a la mañana siguiente de la operación, de que la habían hecho algo mal porque estaba “ida”, y aunque me aseguraron de que eso era una reacción normal de la anestesia y pasaría , nunca más volvió a ser la que era, y poco a poco empezó a demenciarse.


- Era tan alegre y positiva que ni la “demencia senil “ consiguió avinagrarla el carácter, y nunca dejó de leer su ABC, empezando por las esquelas para saber quien se había muerto.

-Como mi hermano mayor Jesús Juan, era Ingeniero de Caminos y trabajaba en una gran empresa, tenía diariamente mucho correo, y  cada carta que recibía él, la cambiaba el nombre y  la ponía  a nombre de mi abuelita, así que estaba entretenidísima leyendo cartas y sorprendiéndose de todo lo que le mandaban .


- Por navidades, aprovechando la campaña que hacían los jesuitas de “Siente usted un pobre a su mesa”,Jesús Juan , que era muy bromista, le mandó una carta con toda la información del pobre que decían que era un señor muy fino , venido a menos, que vendría a cenar con nosotros, y ella se lo creyó y  pasaba el día pensando junto a quien le sentarían para que estuviese cómodo y todos la seguíamos la corriente.

-Ayer cogí mi costurero y me dediqué a  poner cintas nuevas  a los trapos de cocina , pensando en ella.
-Buenas noches.