Decía Albert Einstein que hay dos maneras de vivir la vida: una como si nada es un milagro, y la otra como si todo es un milagro.
-Yo creo que la vida es un milagro. Cada día nos entregan un monedero lleno con 24 horas para que hagamos con ellas lo que queramos. Es como participar en una partida de cartas, donde no siempre gana el que mejores cartas tiene, sino el que sabe jugarlas bien, pero debemos emplear bien nuestras horas, porque si las desaprovechamos, no pueden usarse mañana, ya que al dar las doce, desaparecerán, como la carroza y los lacayos de ”Cenicienta”
-Tenemos que procurar dedicar todos los días un ratito a reírnos, porque la risa es medicina para el alma, despeja las malas ideas, y borra los disgustos. Un antiguo proverbio chino dice: “EL tiempo que pasas riendo, es tiempo que pasas con los dioses.
-Para reírse no hay nada mejor que ver reír a un niño. Se les llena la boca de risa, y a veces, de tanto reírse, hasta se tropiezan y se caen.
-La vida te presenta un montón de oportunidades, tú eres el que debes ir aceptando y rechazando, según te parezcan más o menos adecuadas.
-Cuando miras tu vida, te das cuenta de las veces que te has empeñado en hacer cosas grandes, cuando la vida se compone exclusivamente de mil cosas pequeñas.
-Yo creo que lo mejor que me da la vida es la oportunidad de volver a empezar cuando algo no me ha salido bien.
-No debemos olvidar que la vida siempre es fascinante, lo que pasa es que nosotros a veces no la vemos con las gafas correctas.
-Tus personas queridas, no son tú, y, no debes insistir en que vivan tu vida. Déjales que vivan la suya, porque aunque viváis bajo el mismo techo, no tenéis el mismo horizonte.
- Recuerda que en esta vida, no existen los caminos llanos; todo son subidas o bajadas.
-Según pasan los años, te das cuenta de que la vida de algunas personas, cuanto más vacía, más les pesa……..
-Hay personas a nuestro alrededor que se inventan una vida para asombrarnos, y son tan tontos que no saben que si se empeñaran de verdad, la conseguirían.
-Resumiendo, en esta vida tenemos que ser como los juncos que crecen a las orillas del rio, pueden con lo que venga, tormentas, crecidas, vendavales.
-Los juncos siempre se recuperan y se levantan, volviendo a estar erguidos, y su secreto es que son flexibles.
-Hoy de nuevo, empiezo el primer día de mi maravillosa vida.
