Una amiga me ha dicho que por qué no escribo sobre el lenguaje corporal, que me apasiona.
-Me encanta leer libros sobre lenguaje corporal, porque se desde hace mucho tiempo que es muy fácil mentir con la boca, porque nuestras palabras pueden engañar, pero nuestro cuerpo, no, porque es muy difícil mentir con el cuerpo.
-El lenguaje corporal es nuestro principal aliado, porque es auténtico, es anterior al lenguaje verbal, y a veces no coincide exactamente con nuestro discurso. Tenemos que recordar que nuestro lenguaje corporal, siempre está ligado a las emociones que sentimos.
-Existen varias señales para detectar las mentiras. Si te sorprenden, te quedas pasmado durante un momento, pero si la sorpresa te dura un ratito, es fingida, porque nadie se sorprende durante mucho tiempo. La sorpresa es un flash……
-La persona que te miente, intentará mantener una distancia contigo, no querrá acercarse mucho, porque desconfía, aunque hay muchas personas que dicen que es una señal de respeto.
-Normalmente las personas que te están mintiendo, evitan mirarte de frente, desvían la mirada, se cruzan de brazos, están nerviosos
-Los mentirosos al responder a las preguntas hacen grandes pausas, tardan mucho más en responder que una persona normal que simplemente está nerviosa, porque necesitan más tiempo para inventar una mentira.
-Si la persona con la que estás hablando se acaricia la mandíbula, es probable que esté tomando una decisión sobre lo que te va a decir, porque te está mintiendo.
-Las sonrisas no siempre son sinceras, existen sonrisas forzadas, porque son falsas, pero si te fijas un poco , yo creo que lo notas.
Mi suegra, gran amiga de refranes decía uno que viene a cuento:
-“El reír sin ton ni son, muy poco favor te hace, con eso solo demuestras que
tienes cortos alcances”. Tiene toda la razón, porque nadie por muy amable que sea, se está riendo todo el rato.
-Si la persona que está hablando contigo, está tocando un lápiz, o mordiendo un boli, o dando vueltas a cualquier cosa, está dándose tiempo para inventarse algo, porque va a mentir, y está nerviosa.
-Las personas que muestran las palmas de la mano son sinceras, los mentirosos suelen esconderlas siempre.
-Las personas que aprietan los puños, quieren controlar su ira, es como si lo hicieran para no pegar a alguien.
-Las personas que suben los hombros, mientras te dicen algo, mienten.
-Los que se tocan la nariz, mienten. Si se tapan la cara con las manos, es que sienten vergüenza, porque mienten.
-A veces alguien nos dice que si con la boca pero sin querer con su cabeza dice que no, lo niega, porque el gesto es sincero y la palabra falsa.
-Hay que fijarse lo primero en el movimiento de sus ojos.
-Si miran hacia arriba y a la derecha, se están inventando una respuesta.
-Si miran hacia arriba y a la izquierda, no mienten, están recordando algo del pasado.
-Las personas mentirosas, no paran de hacer cosas con sus manos, pueden rascarse el cuerpo, o jugar con algún objeto.
-El mentiroso, apretará sus labios, para guardar la información retenida, a veces se chupa los labios y traga saliva, como para encontrar las palabras apropiadas.
- Intentan no moverse demasiado, pero suelen estar excesivamente rígidas o tiesas.
-Los mentirosos, intentan ocultar sus manos, se las meterá en los bolsillos o las colocará detrás.
-Se cruzará de brazos y de piernas e intentará evitar el contacto visual contigo,
-El cuerpo se expresa de manera inconsciente
-Cuando hacemos una pregunta a alguien, puede ser tu amiga, tu pareja, tu compañero de trabajo, presta mucha atención, y, fíjate hacia donde mira antes de darte una respuesta:
-Si mira hacia su derecha, esta inventándose la respuesta, lo que te conteste, no lo ha vivido, sino que se lo ha inventado rápidamente.
-Si mira hacia arriba, a su izquierda, está teniendo un recuerdo visual, sobre algo que vivió, y está recordándolo visualmente.
-Si mira horizontalmente hacia su derecha, no te va a decir la verdad, se lo va a inventar, pero si mira horizontalmente y hacia su izquierda lo está recordando.
- La persona que te está mintiendo intenta taparse la boca, pero si se da cuenta, se toca la nariz, o el pelo.
- En resumen, tenemos mil maneras de ver las mentiras, aunque a veces no queremos verlas, pero tenemos que sacar la conclusión de que debemos hacer más caso a los gestos y a las posturas que a las palabras, porque el cuerpo no miente
