Cada vez respeto más la sabiduría de nuestros padres. Recuerdo que cuando era pequeña, y un poco vaga, mis padres, me mandaban a la cama la noche antes del examen,( en la que pretendía estudiarme, lo que no me había aprendido en meses) y me decían: ¡Acuéstate Paloma, que mañana, lo recordarás todo mucho mejor, después de haber dormido!.
- Yo me acostaba enfadada por esa falta de fe en mi poder mental, pues tenía la seguridad de que si me quedaba despierta, sacaría un 10.
-Curiosamente, al día siguiente, me acordaba perfectamente de lo que había estudiado antes de que me mandaran a la cama, y la verdad es que me sorprendía, sobre todo, si me caían en el examen algunas de las preguntas que había leído la noche anterior.
-Confieso humildemente, que también intentaba “el milagro del padre Rubio” (hoy santo), que consistía, en pasar los libros, por el cristal de su sepulcro, que se encontraba en el atrio de los jesuitas de la calle Maldonado al lado de mi casa. Algunas veces, me regañaba algún cura gruñón diciéndome : ¡Niña, menos tonterías de pasar libros, y más estudiar!
-Ahora, en pleno siglo XXI, los especialistas, se quitan el sombrero ante esta sabiduría antigua, y reconocen con humildad, que ellos han demostrado, que reactivar un recuerdo mientras dormimos, podría fijarlo mejor, que si lo quieres fijar durante la vigilia.
Un grupo de especialistas de la Universidad de Basilea (Suiza), encabezados por el investigador Björn Rasch, han demostrado que reactivar un recuerdo mientras dormimos podría fijarlo mucho mejor, que estando despiertos.
-Para documentar mejor su descubrimiento, los especialistas realizaron una resonancia magnética funcional a los pacientes, y así demostraron que las partes del cerebro que se activaban durante el recuerdo eran distintas, dependiendo de si el sujeto estaba dormido o despierto, pero que los que habían estado durmiendo, lo recordaban mucho mejor.
-Lo maravilloso de esto, es que puede tener esperanzadoras noticias para los trastornos relacionados con el estrés post traumáticos.
-También es frecuente oír a las personas mayores que antes de tomar una decisión, lo van a “consultar con la almohada”. Ellos saben que por la mañana tendrán más claras las ideas.
-A mí, estas cosas me hacen valorar la cantidad de conocimientos que se acumulan con la edad, y me preocupa el ver que cada día en esta sociedad tan superficial que nos ha tocado vivir, no se toman en cuenta las ideas, ni las sugerencias de las personas mayores, sino que se les echa, para contratar a gente joven, pero naturalmente inexperta, aunque sean muy buenos en nuevas tecnologías, y en mil cosas más. Pienso que lo ideal, sería trabajar en equipo, con los conocimientos y experiencias de unos, y la frescura y las ideas de los otros.
-¡Ojalá, lo consigamos!
