Esta noche
me he sentado a escribir mi blog un poco triste, porque acabamos de volver del
funeral de la madre de una amiga, una señora encantadora que
iba conmigo a la peluquería, y que hoy ya no está entre nosotros.
iba conmigo a la peluquería, y que hoy ya no está entre nosotros.
-He abierto
mi blog, y me he dado cuenta de que tengo un nuevo seguidor que se llama
Alberto Narváez.
-Siempre
que veo
que tengo nuevos seguidores, me pongo a pensar en que
hay otras personas, en algún lugar del mundo, que leen lo que yo escribo, y que les gusta, ya
que se han molestado en hacerse seguidores.
-No sabéis
lo importante que es para mí, el saber que hay un grupo de gente que me lee
todos los días y que a veces me manda un e-mail diciéndome que le ha gustado lo
que he escrito, o que le he ayudado en algo.
-Estos
amigos de Internet, que me prestan atención y me dejan entrar cada día en su
casa a través de la pantalla, son muy generosos, y hacen que cada día tenga ilusión por escribir
sobre algo que me ha gustado, o me ha impactado o me ha disgustado, y por eso
lo comparto con ellos.
- Sin
poderlo evitar, cada vez que escribo mi entrada pienso en todos los que me
leéis, y deseo que les guste, y que mi
experiencia pueda pasar a formar parte
de su subconsciente y les sirva para aprender cosas prácticas de la vida.
- Estos
amigos nuevos, a veces están en países donde a la hora en la que yo cuelgo mi
blog poco antes de acostarme (que suele ser las 11 de la noche en Madrid),
ellos, ya se están levantando para ir a su trabajo; así que les agradezco
doblemente que me dediquen tiempo cada
día, y que me permitan entrar en sus
vidas y en sus almas.
-Deseo que
me sigan leyendo muchos años, señal de que todos seguimos bien y con ánimo de compartir cosas.
-¡Muchas
gracias a todos!