-Esto, les había afectado tanto como para que su
cuerpo se pusiera en alerta máxima, con todos los peores síntomas de un infarto.
-Aunque algunas veces, no podamos evitar un disgusto
grande, la mayoría de las veces, nos
ponemos en estado de alerta máxima, por cosas sin importancia, y no nos damos
cuenta de que nuestro corazón sufre tanto, que nos puede causar la muerte…..
-Cuando nos disgustamos, los niveles de varias “hormonas
emocionales”, como son la “adrenalina” y la “noradrenalina”, nos suben hasta 34
veces más que los índices presentados
por pacientes que sí han sufrido un auténtico infarto.
- Según un interesantísimo estudio de la revista
médica:”New England Journal of Medicine”, llevado a cabo con 19 personas que
habían acudido a urgencias con síntomas similares al infarto, sin padecerlo:
dolor en el pecho, líquido en los pulmones, dificultades para respirar y fallo
cardiaco….
L-Además, también han comprobado que el simple hecho de recordar ese disgusto, hace que nuestro corazón se ponga a latir sin control, y que empiecen a descontrolarse las hormonas, el pulmón se encharque…etc; así que no solo no debemos disgustarnos, sino que jamás lo recordaremos, porque sabemos que volveremos a sufrir los mismos síntomas que cuando nos sucedió, así que cuidado, porque nuestro corazón, está en nuestras manos.....
-Hay que aprender a curar nuestro corazón de
las heridas que hemos recibido, de los traumas de nuestra infancia, de los malos
trabajos, de la mala gente, y la mejor manera de hacerlo es meterlo todo en un
gran globo, llenarlo de gas, y lanzadlo a la estratosfera para que se destruya
y nunca pueda volver….
-Tenemos cada día una nueva oportunidad de
cambiar y mejorar nuestra vida, porque nos entregan 24 horas limpias a nuestra
disposición.
-Cada nuevo día podemos cambiar lo que no nos
gusta, y luchar por ser felices.
-Nosotros podemos decir ¡NO!, a tantas cosas que
odiamos, porque la culpa de que lo aceptemos es solo nuestra, no busquemos
culpar a nuestros padres, a nuestras circunstancias, a nuestro destino.
-Somos personas con libre albedrío y nuestra
felicidad solamente depende de nosotros mismos.
-Nos quitaremos de encima ese lastre que
llevamos atado a la pierna como los presos de los tebeos, y empezaremos a ser
nosotros mismos; nos convertiremos en lo que querríamos haber sido, y ¡Lo
seremos!.
-Si tu sueño era ser simpático. Compórtate a
partir de ahora como una persona simpática y alegre.
-Si querías ser una persona fina.
Compórtate con mucha educación, y buenos
modales.
-Si soñabas con pintar. Apúntate mañana mismo a una academia de pintura y ¡pinta!.
-Si querías ser una persona culta. Empieza a
leer y a cultivarte, y mientras tanto, procura ser discreto y no meter la pata.
Aprende a escuchar a los que saben más que tú, y cada día sabrás un poco más y
serás un poco más culto.
-Si te hubiera gustado ser una persona que está
al día de la política y de la economía. Compra todos los días el periódico, y
léelo con interés, porque los periódicos diarios son una gran fuente de cultura….
-La vida son momentos, y tenemos que
aprovecharlos todos y cada uno para ser felices, y para disfrutar del amor y del cariño que
tenemos y que nos tienen.