Me contaba una amiga, que le han sentado en la mesa de al lado de su oficina, a
una persona tan grosera que la amarga la vida, dice que ha conseguido, en los
quince días que lleva allí, quitarle la ilusión y las ganas de trabajar..
-Me ha pedido que por favor, le escriba, lo que
yo opino de su situación, y aunque yo no
tengo ninguna autoridad para opinar de sus cosas, intentaré pensar en voz alta
por si la puedo aclarar algo este lío.
-Dice que últimamente sus compañeras se citan en
la máquina de café, para no pasar junto a su mesa.
- Comprendo que es una lata, y una situación
tremendamente difícil, porque si esa persona es un amigo, pues podemos dejarle
de tratar, pero si es un nuevo compañero de trabajo, no puedes ir a decirle a
tu jefe que no quieres trabajar con él o con ella…..
-Existen una serie de personas con muy pocas
habilidades sociales y con poca educación, y es muy importante que solamente
les tratemos para cosas de trabajo, y no
debemos hablar con ellas de nada personal.
-A veces cabe la posibilidad de que no sean tan
malas personas como nos parecen; pudiera ser alguien que está pasando por una
mala racha, y tiene problemas, así que cuando haya que tratar con ellos,
podemos intentar estar amables y educados, pero sin intimar, porque ya sabemos
que “se cazan más moscas con miel”.
-Si son personas negativas que se dedican a
quejarse y que solamente ven lo malo de cualquier cosa, lo que no debemos hacer
nunca, es intentar animarles, o cambiarles, porque estas personas no están
buscando soluciones, y no quieren que les ayudemos…..
-Lo mejor que podemos hacer es escucharles hasta
que acaben sus peroratas aunque nos parezcan inapropiadas. Debemos intentar
mantener la distancia para no involucrarnos en sus argumentos negativos.
-Llega un momento en el que acaban y se dan
cuenta de que no participamos de sus argumentos.
-No olvides nunca que : “Quien te enfada,. Te domina”.
-Debemos aprender a defendernos, y no cargar con
emociones negativas ni problemas que nosotros no hemos buscado ni nos
pertenecen.
-Cuentan una anécdota de Buda, en la que un
visitante se puso a insultarle. Buda no se inmutó, y entonces sus discípulos
sorprendidos por su silencio, le preguntaron que por qué no le había contestado
nada, a lo que Buda respondió:
-“Imaginad que alguien os envía una carta que no
abrís. Su contenido, no os afectaría en lo más mínimo.
¿No es así? Pues haced
eso cuando os injurien, no lo aceptéis ni lo recibáis; y así no perderéis la
calma.
-“La única clase de auténtica dignidad es la que
no sufre menoscabo con la falta de respeto de los demás”. Piensa que por mucho
que escupas a las Cataratas del Niágara, no lograrás reducir su grandeza.
-No es bueno tratar con esas personas que no
tienen esperanza, y todo lo ven malo y negro. Nosotros no somos así.
-Tenemos que pensar que son “gajes del oficio”,
y tratarles como algo ajeno a nosotros, y seguir con nuestra vida y con nuestra
alegría.
-La alegría es nuestra, y no podemos permitir
que personas ajenas nos amarguen la vida. Les toleraremos en el horario
laboral, sin permitirles que invadan nuestro espacio. Intentaremos darles un trato correcto, manteniendo las
distancias, y seguiremos con nuestra vida y recuperaremos nuestra alegría de vivir.
-Si una golondrina no hace verano, por qué una
persona entre treinta que sois en tu oficina, va a cambiar tu vida.¡
Reflexiona, y actúa en consecuencia ¡
-Piensa que solo depende de ti lo que quieras
hacer, solo existe una persona capaz de limitarte: ¡”TU MISMO”!
-Solamente tú, puedes hacer una revolución en tu
vida, tú eres la única persona que puede ayudarte a ser más práctica, más
alegre, más feliz.
-Tu vida no puede cambiar por un mal compañero,
solo cambiará, cuando tú quieras que cambie.
-Así que no le des ningún poder a nadie que no
te interese ni te guste ni te haga feliz.
-Se feliz, piensa y actúa.
-¡Espero que
te haya servido de algo!