He estado mirando fotos de cuando los niños eran
pequeños, de París, y, de muchos momentos de nuestra vida, y me ha invadido de pronto un aluvión de
imágenes que me han emocionado…..
-Las fotos, tienen un valor enorme, porque
nosotros guardamos los recuerdos en imágenes visuales, y si algo te lo
despierta, es como si estuviésemos viendo una película de nuestra vida, en un
cine, y fuésemos unos simples espectadores sentados en una buena localidad.
-Los baños de los niños eran una fiesta, me
sorprende recordar la paciencia que teníamos, porque duraban tanto que había
que estar añadiendo constantemente agua caliente a la bañera para que no se
quedaran fríos, y la de juegos que teníamos que inventar para poderlos sacar
envueltos en las toallas grandes todos arrugaditos…
-Las excursiones al Pardo, llevándonos al monte
la comida y una manta para tumbarnos, mientras los niños correteaban buscando
huellas de osos…
-Las veranos en las playas de Canarias, cuando yo era tan joven y los niños tan pequeños.... construyéndoles castillos con conchas que encontraban en la arena.
- Un domingo lluvioso en casa, a mi hija Gema, se la ocurrió meterse en
silencio en nuestro dormitorio, y cuando nos quisimos dar cuenta, estaba mi ropa por el suelo, y ella con la cara
pintarrajeada, andando con mis tacones y preguntándonos si estaba guapa…..ç
-He encontrado un dibujo de kanako, de unos niños pintando en la pared, y os lo pongo, porque mis hijos Daniel y Felisín, mientras nosotros
estábamos viendo la tele tranquilamente en la salita, se dedicaron a pintar las
paredes de su cuarto con rotuladores, y al final estaban cansados y un poco
enfadados de que no admíraramos su obra.
-Nuestro primer viaja a París, con la visita a
la Torre Eiffel, que nos hizo una gran impresión, cuando la vimos por primera
vez, desde El Campo de Marte.
-Nuestro primer café en una terraza muy bonita,
y la sorpresa que nos llevamos al pagar por dos cafés 12 euros…..
- El metro de París, donde se viaja tan
apretujado que es prácticamente imposible caerse, ya que te sujetan entre todos
porque estamos tan juntos que oímos los latidos de nuestros corazones.
-Las escapadas a París a ver a mi hijo Daniel,
llenos de equipaje….
-Los ratos tan agradables que hemos pasado mi
hija y yo, al volver del Museo del Louvre, sentadas en el Parque de las
Tullerías en París, en las mismas sillas de hierro que veo en las fotos de principios de siglo
de mi abuelo, que vivió en París muchos años, y que según contaba mi abuela le
gustaba sentarse al sol y echar pan a los patos….
-He estado buscando entre las ilustraciones de
Kanako , las que más se aproximan a mis fotos , y las he puesto.