Ayer en la consulta del Dr Charro, vi un cartel
muy bonito en la pared, al lado de la recepcionista, que se llamaba : “Reglas
de cortesía”, y me recordó a un libro que tenía yo en el colegio que se llamaba“Urbanidad”, y que, aprendimos todas las niñas de mi generación,
así que vamos a comentarlo.
-Cortesía es, portarse siempre con delicadeza, sensibilidad y comprensión.
- Muchas personas opinan que la cortesía es innata en muchísimas personas, yo no lo creo, porque la cortesía se aprende por imitación, y los niños de padres corteses y educados, suele serlo también, lo que no quita que haya adultos que se han esmerado mucho porque les interesaba aprenderlo, y lo han aprendido enseguida, ya que todos sabemos que el aprendizaje está muy relacionado con el interés.
-Trata a los demás como quieres que te traten a ti.
Esto es una gran verdad, porque yo creo que la gente es nuestro espejo, y si tú
eres simpática y fina, lo más probable es que los demás sean también muy
agradables contigo.
-Trata de estar siempre dispuesta a sonreír. La
sonrisa es la mejor tarjeta de visita, y el mejor cosmético, y al sonreír
ahuyentamos el mal humor.
-Trata de ser gentil y agradable en el hablar.
Esto creo que muchas personas que todos conocemos, deberían ponérselo en un cuadrito,
y leerlo a menudo, porque a veces una mala palabra te hace más daño que una
bofetada.
-Trata de saber escuchar. Es curioso que mucha
gente mientras estamos hablando, no solo no nos escucha ni nos atiende, sino
que está pensando en lo que te va a contestar para rebatir tu argumento. Creo
que es un mal hábito porque escuchando
se aprende muchísimo, y a veces nos damos cuenta de que estamos confundidos, o
de que nos faltaban datos….
-Trata de no discutir: limítate a opinar. Este
punto es muy difícil, porque creo que casi todos tendemos a discutir.
A mí personalmente , me encanta discutir cuando
encuentro a una persona que sabe discutir, y no insulta ni chilla , ni falta el
respeto, porque se convierte en un debate, donde cada uno argumenta, y gana el
que convence al otro, o se queda en tablas y tan amigos….
-Trata de cuidar la puntualidad. Mi madre decía
que la puntualidad es patrimonio de reyes, y yo confieso humildemente que no
soy demasiado puntual, porque aunque me levanto con tiempo de sobra, siempre
acabo merodeando por la casa, y llego justísima a las citas…
-Trata de ser jovial, voluntarioso y dinámico.
Si lo eres, todo te irá mejor, porque a
nadie nos gustan los jeremías que van arrastrando los pies y quejándose.
-Trata de guardar para ti tus propias dificultades.
Me hace gracia, porque nosotros tenemos una amiga de la familia a la que la
encanta quejarse, y se queja de todo. Si la hacen , porque la hacen, y si no la
hacen, porque no la hacen, así que siempre que llama, es para contarnos alguna
desgracia, y si no la ha pasado nada malo, hace lo posible para dar a entender
que de un momento a otro la pasará, y cuando llama, estamos todos deseando colgar….
-Trata de prometer sólo aquello que puedes
cumplir.
Esto es una gran verdad, puesto que una de las cosas que más decepcionan, es esperar algo que te prometieron y ver que nunca llega, por eso es mejor cuando puedas sorprender en vez de prometer.
Esto es una gran verdad, puesto que una de las cosas que más decepcionan, es esperar algo que te prometieron y ver que nunca llega, por eso es mejor cuando puedas sorprender en vez de prometer.
-Espero que os haya gustado. Los que las
cumpláis, tendréis un sobresaliente en
urbanidad.