"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


sábado, 19 de octubre de 2013

"Momentos De la Vida"


-He estado charlando un ratito con mi amiga Irene Cicero, gran psicóloga, y nos hemos reído mucho, porque  siempre estamos posponiendo nuestras citas, ya que llevamos una rachita las dos que cuando puede una, es la otra la que no puede…..

-Las amigas de muchos años, somos peregrinas del mismo camino, y cuando nos encontramos, nos queremos como nos pasa a nosotras.

- No necesitamos  más que un minuto de charla, para escuchar el tono de voz de la otra, y adivinar si está en un momento bueno o regular, porque ninguna de las dos consentimos nunca estar fatal.

-La vida está formada por muchos momentos, y creo que nosotras estamos las dos en ese momento en el que no nos importa casi nada que no tenga que ver con las personas queridas, con la salud o con el amor.

-Las mujeres cuando los hijos se nos hacen mayores, empezamos a cambiar tan deprisa que la mayoría no se da  ni cuenta, hasta que de pronto  ven que  pueden ser las protagonistas de su propia vida, y que pueden empezar a disfrutar de cosas que antes no podían por falta de tiempo.

-Sabemos que solo nosotras somos las responsables de nuestra propia felicidad, y que de nosotras depende el sentirnos felices o desgraciadas…

- Las mujeres, entonces, nos volvemos  más reflexivas, y  valoramos mucho más una buena lectura,  un rato de palique entre amigos que no tienen la prisa que tenían hace años de llegar a no sé donde, y que en cambio nuestros maridos aún  siguen teniendo…..
-Creo que este es un momento de madurez, de disfrutar con un ratito de paz, es un momento en el que aceptas inmediatamente lo que no puedes cambiar, y que tienes muy claro quiénes son las personas que te gustan como amigos y compañeros de charlas, y con quien no estás dispuesta a sentarte ni 5 minutos, porque no tenemos porqué hacer nada que no  nos haga sentir bien.

-Las mujeres  sabemos que podemos permitirnos no ser perfectas, conocemos de sobra nuestros defectos y nuestras debilidades, y tenemos un nivel de tolerancia enorme para nuestros errores.

-Vivimos la vida con sus altibajos, haciéndonos una limonada cuando nos dan un limón, y cuando pasa, valoramos el estar “mejor que nunca”…

-Sabemos que tenemos el derecho de ocultar información que nos pueda perjudicar, por lo que no solemos hablar de lo que hacemos mal.

-Somos personas, maduras y alegres,  a las que no nos cuesta aceptar y tolerar los defectos ajenos, pero en cambio no soportamos la injusticia, la calumnia, ni el negativismo de algunos que se llaman a sí mismos sinceros o realistas, porque tenemos la seguridad de que son unos “gafes” y unos “amargados” con los que es mejor guardar las distancias.

-Sabemos por experiencia que “cuanto más damos, más recibimos”, así que actuamos en consecuencia…
-Tenemos muchas ganas de aprender cualquier cosa que nos llame la atención, pero en cambio no tenemos ni  gota de interés en saber cómo funciona un  iPhone, un ordenador, o un reproductor de DVD, o una cámara de video, porque nos basta y nos sobra con saber manejarlas.

-Los chicos jóvenes, cuando les preguntamos sobre algo de informática, se sienten obligados a ser condescendientes con nosotros, y a darnos una charla larga y aburrida y a explicarlos lo que es Internet, lo que es nuestro portátil, la diferencia entre ambos y mil y un rollos que no nos interesan nada, porque nosotros solo queremos saber  cuándo hay  que dar a esta tecla, o que hay que poner  en Google o en Safari  para buscar algo, y yo querría decirles lo que nos decía en la escuela de magisterio, una catedrática de psicología: “Nunca deis a los niños cuando os pregunten algo, más información de la que os piden, porque entonces, les aburriréis soberanamente”, que creo que es lo que nos pasa cuando nos dan una información innecesaria.
 -Nosotras les pedimos respuestas, y ellos nos llenan de preguntas como si nos quisieran examinar de nuevas tecnologías.
- Somos ignorantes en estas cosas, pero sabemos mucho más que ellos de otras muchas, y no presumimos por eso.
-Decía Einstein:”Todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos las mismas cosas”.

-Tenemos que aprovechar los momentos de la vida, y debemos dejar de preocuparnos por “tontunas”, y disfrutar del regalo de la vida cada nuevo día, cada mañana.


-Debemos dar gracias a Dios porque tenemos mucha gente que nos respeta,  nos quiere, y soporta que seamos a menudo un poco” mandonas”