Hoy estoy triste, cansada y dolida, por eso he
decidido poner mi dolor en un sobre y devolvérselo al remitente.
-Las personas que nos causan dolor, no merecen
nuestro cariño ni nuestra consideración, así que a partir de ahora, no voy a
aceptarlo más; ensayaré la mejor manera de meterlo en un sobre y devolvérselo a
quien me lo ha causado.
-Nadie puede hacerte daño, si tú no se lo
consientes, porque sin tu permiso nadie ni nada podrá hacerlo, así que:
- ¡NO LES DAREMOS PERMISO A NADIE PARA HACERNOS
DAÑO!
-Sabemos que no podemos cambiar nuestro pasado,
pero lo que si podemos es preparar un buen presente que nos asegure un buen
futuro.
-Me acuerdo de una postal que me mandó mi hija
hace tiempo, y que la tengo guardada, porque siempre me pareció que guarda una
gran sabiduría:
-Vigila tus pensamientos porque estos se
convertirán en palabras.
-Vigila bien tus palabras, porque se convertirán
en acciones.
-Vigila bien tus acciones, porque se convertirán
en tus hábitos.
-Vigila bien tus hábitos, porque se convertirán
en tu carácter.
-Y vigila bien tu carácter, porque se convertirá
en tu destino.
-Buenas noches y hasta mañana.
- Confío en que a
partir de ahora, metáis todas vuestras tristezas en un sobre, y se lo devolváis
a quien os las ha causado.