Cuando dormimos bien es como si nos sometiéramos
a una cura intensiva que mejora nuestra salud física , psíquica y emocional.
-Dormir bien mejora nuestro humor, nuestro
estado de ánimo y nuestras defensas se recargan
de tal manera que estamos relucientes y tenemos mejor aspecto.
-El aprendizaje tiene mucho que ver con el sueño
y con el descanso; ya a finales del siglo XIX el psicólogo alemán Hermann Ebbinhghaus, se dio cuenta de que
cuando descansa el cerebro recupera los recuerdos, y seguramente por eso nuestras abuelas nos decían que cuando tuviéramos un problema lo
consultáramos con la almohada, porque después de un buen sueño se ven las cosas
con más claridad.
-Ahora sabemos que existe una gran actividad
cerebral durante el sueño, porque lo han detectado por medio de electroencefalograma.
-Mientras dormimos, es probable que nuestro
cerebro practique en forma selectiva las dificultades de las tareas nuevas.
-El cerebro aprende durante el sueño, así que el
dormir bien es básico para un buen aprendizaje.
-Los datos que va almacenando nuestro cerebro a
lo largo del día, son de muchas clases, unos son útiles y otros no, por eso
nuestro cerebro que es el que manda desecha muchos instantáneamente, mientras
que otros los archiva .
-Si queremos aprender algo nuevo que nos resulta
difícil, tendremos que convencer a nuestro cerebro de que es algo importante,
porque si él lo considera inútil, lo destruye, así que deberemos hacer muchas
cosas como insistir en la lectura del texto, subrayar los apuntes, repetirlo
en voz alta para que se convenza de su
utilidad.
- Resumiendo , dormir es importantísimo para no
perder la memoria, y es muy práctico releer las cosas justo antes de dormirnos
para que se fijen por la noche.