Casi todos tenemos la sensación de que si
hablamos solos y decimos algo en voz alta, es porque estamos como cabras; por eso normalmente no
solemos hacerlo a no ser que estemos estudiando y repitamos las frases para
memorizarlas.
- Ahora los neurocientíficos nos dicen que
hablar contigo mismo es lo mejor si queremos mantener nuestra mente sana, a la
vez que puede servirnos de compañía cuando estamos solos, y también servirá
para grabar en nuestro subconsciente mensajes positivos .
-Así que aquel psicólogo que le mandó a mi amiga
sonreír todas las mañanas y todas las noches ante su espejo del cuarto de baño
repitiendo “Cada día me encuentro mejor y mejor”, ya sabía lo que hacía …..y la
verdad es que enseguida se empezó a encontrar mejor.
-En cambio , lo que hace mucha gente muy a
menudo, y que a nadie choca ni parece mal, es insultarse y regañarse cuando han
hecho algo mal:
-¡Soy tonto de remate!. Pero ¿en qué estaría
pensando?. Todo lo hago al revés, no valgo para nada….
-Esta serie de frases negativas dichas por
nosotros y para nosotros, nos hacen tanto o más daño que si nos las dijeran otras
personas.
-Nuestro discurso privado es poderoso, y nuestra
mente lo acepta sin rechistar, así que solamente deberíamos utilizarlo para
enviarnos mensajes positivos y amables que nos ayuden a mejorar nuestro ego,
que es una parte importante de nuestra vida.
-Deberemos ser como dice mi hermana Mima,
nuestro abogado de defensor, y nunca nuestro fiscal.
-Los investigadores de las Universidades de
Wisconsin y de Pennsylvania (EE.UU), hicieron un experimento con 20 voluntarios,
pidiéndoles que buscaran una serie de objetos por una habitación.
-Aunque parezca una tontería, los que buscaban
los objetos repitiendo su nombre en voz alta, los encontraron mucho antes que
los que no lo hicieron.
-Por lo visto, el repetir el nombre del objeto
que buscas en voz alta, ayuda al cerebro a mejorar su información visual, y a
verlo mejor.Esto también es muy práctico, cuando estás aprendiendo otro idioma.
-Nuestro lenguaje estimula nuestra percepción, y
nos centramos mejor en la tarea que tenemos que desempeñar.
-Cuando enseñamos a los niños en párvulos a
atarse los cordones de los zapatos , les damos una cartulina con el dibujo de
una deportiva grande con los cordones desatados, y vamos haciendo cada
movimiento a partir del primer nudo, y todos a la vez, repetimos mientras lo hacemos:
-Lazo grandullón
-Lazo menudo
-Cruzas el cordón
-Y ya está el nudo-
-Todos sin excepción aprenden enseguida, y en
los recreos organizan concursos para ver quien los ata antes, y es una de las
cosas que más les gusta y de la que se sienten orgullosos, mayores y capaces.
-Así que resumiendo hablar solo es muy bueno, aclara
el pensamiento y nos ayuda la hora de
tomar decisiones.
-Buenas noches.