“Ni tus peores enemigos pueden hacerte tanto
daño, como tus propios pensamientos. Buda
-Una amiga mía es una gran admiradora de los
budistas; la impresionan su calma, su paciencia, su carácter tranquilo, que nunca
juzgan a nadie , y sobre todo su felicidad, porque parece que son los más
felices del mundo.
-A mí , siempre me ha gustado su filosofía de la
vida , y guardo muchas frases de Buda, porque me parece que son sabias,
optimistas y claras :
-“Si enciendes una luz para alguien , también
iluminará tu camino”.
-Cuando leí por primera vez esta frase , me
aclaró una duda que me venía rondando la cabeza desde hacía años : “Lo que te
molesta de los otros, es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo”.
-Mi amiga siempre dice que todos tenemos
escondido dentro de nosotros un valioso buda de oro , aunque no lo sepamos, así
que os voy a contar la famosa historia del buda de oro, que según aseguran los
budistas sucedió realmente:
EL BUDA DE ORO
-Un grupo de monjes de un viejo monasterio
budista, quiso cambiar de lugar un enorme buda de arcilla de su templo porque el monasterio tenía que trasladarse a
otro lugar ya que en donde estaba iban a construir una autopista que
atravesaría Bangkok.
-Cuando la grúa empezó a mover la estatua,
pesaba tanto que empezó a resquebrajarse, y empezó a llover.
-El monje director preocupado por la estatua,
mandó que la depositaran en el suelo y la cubrieron con lonas para protegerla
de la lluvia.
-El monje preocupado, se levantó a media noche y
fue con una linterna a comprobar si ya se había secado. Al iluminar la raja , vio
que algo brillaba dentro, así que fue a buscar un formol y un martillo y empezó
con mucho cuidado a retirar la arcilla, y cuanto más quitaba, más brillaba,
hasta que se dio cuenta de que la estatua de Buda era de oro macizo y la habían
cubierto de arcilla.
-Buscando papeles, llegaron a la conclusión de
que cientos de años antes , los monjes del monasterio, al saber que estaban
llegando las tropas del ejército de Burna , dispuestos a invadir Tailandia( que
entonces se llamaba Siam), la habían cubierto con muchas capas de arcilla para
evitar que se loa robaran , pero como los soldados mataron a todos los monjes,
no se lo pudieron contar , y había permanecido cubierta siglos , sin que nadie
sospechase su valor.
-Así que todos nosotros somos como el buda de
oro , que estamos cubiertos de la arcilla de nuestros miedos, nuestras
inseguridades y nos creamos un caparazón que no nos permite desarrollar todo
nuestro potencial.
-Buenas noches.