- Vivimos en una urbanización, por eso el jardín es el punto de encuentro de los vecinos, y mientras lo cruzas, siempre te paras con alguien conocido para charlar.
-Estoy reflexionando desde que he vuelto a casa, porque, las tres personas con las que he hablado, se han estado quejando.
-Es curioso que sin darnos cuenta la gente ha adquirido el hábito de contar las cosas malas, o de ver las cosas desde el punto de vista negativo, y nunca te cuentan las cosas buenas, no sé si será una moda, o si ha sido siempre así, el caso es que esta mañana me ha pillado con el paso cambiado, y me he quedado de nieve….
-Una señora, me decía que su pobre hija tiene que madrugar muchísimo para ir a trabajar, y que cuando vuelve a casa está cansadísima. Que los fines de semana tienen muchos compromisos sociales y que la pobre es que no para.
- ¡Que mala suerte tiene!
-Yo la he dicho.- Como me extraña que digas eso, yo creía que estaríais contentísimos, de que por fin se haya colocado, con la cantidad de paro que hay, toda la vida hemos madrugado para ir a trabajar, además tiene un buen sueldo, trabaja en algo relacionado con su carrera, y tiene un buen ambiente de trabajo…… Se ha sonreído un poco azarada, y yo que tenía ganas de guerra he seguido. Si tiene compromisos sociales, es que tiene amigos, creo que es una suerte que te llamen para que salgas con amigos, pero claro, es mi opinión y no la de ella.
-La segunda, se ha puesto a criticar a su marido por tonterías, dice que cuando hace recados, no se fija, y a veces se confunde y no le compra lo que ella dice. …..
-La tercera, ha sido un horror….
-Quizás si dijeramos las cosas buenas que nos pasan, estaría mal visto. Podríamos decir:
-Esta mañana cuando me he levantado, mi marido me ha dado un abrazo que me ha dejado sin respiración y me ha dicho que lo mejor que ha hecho en la vida ha sido casarse conmigo.
-Probablemente dirían: ¡Que ordinariez ¡ Esas cosas no se dicen. ¡Hay que tener decoro!
-¿Tener decoro significa pasarse la vida protestando? Yo creo que no, (lo del abrazo del marido, puede ser inapropiado si no estás en un círculo íntimo), pero es indecente quejarse delante de cualquiera, sin saber las condiciones en las que están las demás personas.
-Si nos ponemos a hacer una lista, son muchas más las cosas buenas que nos pasan a lo largo del día, que las cosas malas, pero ¿por qué contamos casi siempre las malas?
-Si al entrar en la peluquería una señora dijera:
-¡Estoy contentísima de lo bien que me encuentro, no me duele nada, tengo suficiente dinero para cubrir mis gastos sin tener que preocuparme. Mi familia gracias a Dios está bien y no tenemos ningún problema que no podamos solucionar. La gente se extrañaría, por eso todo el mundo habla de lo que le duele, de lo que no tiene y de lo mal que le van las cosas.
-Yo soy un poco supersticiosa, y creo que una persona que se queja constantemente ahuyenta a la prosperidad como dice mi amiga, y gran terapeuta Ana Postigo. Hay que hablar en positivo, porque el subconsciente no tiene sentido del humor, y si cuentas solo cosas malas lo más probable es que se te multipliquen, mientras que si juegas a decir que todo te va de maravilla, podrás atraer energía positiva.
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto en el que tienes un pensamiento negativo, dando vueltas en tu cabeza, deja tocado durante varias horas a tu sistema inmunitario.
-Las personas más antipáticas y más negativas, que se enfadan y se preocupan constantemente, tienen mayor propensión a sufrir infartos, derrames, ictus…etc
-Un pensamiento negativo, afecta a nuestra capacidad intelectual.
-Solamente pasamos una vez por esta vida, y yo, que he tenido mucha suerte, y he salido como el ave Fénix, de malos momentos de salud, no pienso desperdiciar un solo momento para regodearme en problemas que casi siempre son más ligeros de lo que al principio pensamos.
-Contaré mis bienes que son muchos, no me pararé a pensar en los malos, porque si tienen solución, los solucionaré y si no la tienen no conseguirá nada preocupándome.
-La vida es un don maravilloso. ¡No la desperdiciaremos con malos rollos!
-Estoy reflexionando desde que he vuelto a casa, porque, las tres personas con las que he hablado, se han estado quejando.
-Es curioso que sin darnos cuenta la gente ha adquirido el hábito de contar las cosas malas, o de ver las cosas desde el punto de vista negativo, y nunca te cuentan las cosas buenas, no sé si será una moda, o si ha sido siempre así, el caso es que esta mañana me ha pillado con el paso cambiado, y me he quedado de nieve….
-Una señora, me decía que su pobre hija tiene que madrugar muchísimo para ir a trabajar, y que cuando vuelve a casa está cansadísima. Que los fines de semana tienen muchos compromisos sociales y que la pobre es que no para.
- ¡Que mala suerte tiene!
-Yo la he dicho.- Como me extraña que digas eso, yo creía que estaríais contentísimos, de que por fin se haya colocado, con la cantidad de paro que hay, toda la vida hemos madrugado para ir a trabajar, además tiene un buen sueldo, trabaja en algo relacionado con su carrera, y tiene un buen ambiente de trabajo…… Se ha sonreído un poco azarada, y yo que tenía ganas de guerra he seguido. Si tiene compromisos sociales, es que tiene amigos, creo que es una suerte que te llamen para que salgas con amigos, pero claro, es mi opinión y no la de ella.
-La segunda, se ha puesto a criticar a su marido por tonterías, dice que cuando hace recados, no se fija, y a veces se confunde y no le compra lo que ella dice. …..
-La tercera, ha sido un horror….
-Quizás si dijeramos las cosas buenas que nos pasan, estaría mal visto. Podríamos decir:
-Esta mañana cuando me he levantado, mi marido me ha dado un abrazo que me ha dejado sin respiración y me ha dicho que lo mejor que ha hecho en la vida ha sido casarse conmigo.
-Probablemente dirían: ¡Que ordinariez ¡ Esas cosas no se dicen. ¡Hay que tener decoro!
-¿Tener decoro significa pasarse la vida protestando? Yo creo que no, (lo del abrazo del marido, puede ser inapropiado si no estás en un círculo íntimo), pero es indecente quejarse delante de cualquiera, sin saber las condiciones en las que están las demás personas.
-Si nos ponemos a hacer una lista, son muchas más las cosas buenas que nos pasan a lo largo del día, que las cosas malas, pero ¿por qué contamos casi siempre las malas?
-Si al entrar en la peluquería una señora dijera:
-¡Estoy contentísima de lo bien que me encuentro, no me duele nada, tengo suficiente dinero para cubrir mis gastos sin tener que preocuparme. Mi familia gracias a Dios está bien y no tenemos ningún problema que no podamos solucionar. La gente se extrañaría, por eso todo el mundo habla de lo que le duele, de lo que no tiene y de lo mal que le van las cosas.
-Yo soy un poco supersticiosa, y creo que una persona que se queja constantemente ahuyenta a la prosperidad como dice mi amiga, y gran terapeuta Ana Postigo. Hay que hablar en positivo, porque el subconsciente no tiene sentido del humor, y si cuentas solo cosas malas lo más probable es que se te multipliquen, mientras que si juegas a decir que todo te va de maravilla, podrás atraer energía positiva.
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto en el que tienes un pensamiento negativo, dando vueltas en tu cabeza, deja tocado durante varias horas a tu sistema inmunitario.
-Las personas más antipáticas y más negativas, que se enfadan y se preocupan constantemente, tienen mayor propensión a sufrir infartos, derrames, ictus…etc
-Un pensamiento negativo, afecta a nuestra capacidad intelectual.
-Solamente pasamos una vez por esta vida, y yo, que he tenido mucha suerte, y he salido como el ave Fénix, de malos momentos de salud, no pienso desperdiciar un solo momento para regodearme en problemas que casi siempre son más ligeros de lo que al principio pensamos.
-Contaré mis bienes que son muchos, no me pararé a pensar en los malos, porque si tienen solución, los solucionaré y si no la tienen no conseguirá nada preocupándome.
-La vida es un don maravilloso. ¡No la desperdiciaremos con malos rollos!
