Hoy es Domingo de Ramos, y por la tarde se me ha
ocurrido hacer torrijas.
-Estábamos
en casa solamente Félix , mi marido y yo, y a pesar de ello , he hecho un
montón de torrijas como cuando están todos, porque he pensado que ya irán
viniendo y se las comerán.
-Las
torrijas tienen sabor
y olor a hogar, y me recuerdan a mi suegra que es quien me enseñó a hacerlas una Semana Santa cuando los niños eran pequeños.
y olor a hogar, y me recuerdan a mi suegra que es quien me enseñó a hacerlas una Semana Santa cuando los niños eran pequeños.
-Recuerdo
que llovía, y que los niños estaban como los pollitos revoloteando sin poder
salir a la calle, y entonces mi suegra dijo que iba a hacer torrijas porque había
visto que teníamos una barra de pan del día anterior entera.
-Yo la
advertí que no sabía hacerlas, que no me gustaban demasiado y que en mi casa
las hacían mamá y mi abuelita, pero que yo ni siquiera sabía cómo.
-Me dijo, tú
no te preocupes que las voy a hacer yo con los niños.
-Los niños
emocionados la iban buscando los ingredientes que necesitaba, mientras yo
miraba sin participar apenas.
_En un
momento puso al fuego una cazuela con leche y azúcar a calentarse, y partió el
pan duro en rebanadas y las colocó en una fuente honda, y luego echó la leche
caliente encima.
-Se puso a
batir varios huevos y mezcló en un plato azúcar y canela.
-Rebozó las
rebanadas de pan mojadas en leche, (escurriéndolas antes un poco) en
huevo y las fue friendo poco a poco a fuego lento para que se hicieran bien por dentro, y al sacarlas
las secaba con unas servilletas de papel y espolvoreaba por encima azúcar y
canela.
-Recuerdo
que las probé porque los niños querían que merendáramos todos juntos, así que
hice chocolate para ellos y café para nosotros y nos sentamos a merendar en
familia.
-Los niños
estaban encantados, decían que sabían a leche frita, a chocolate blanco y a leche condensada,
y la verdad es que cuando yo las probé,
me gustaron muchísimo, así que todos nos pusimos a aplaudir a la abuelita
Gregoria.
-Los olores
como dice una amiga mía te traen muchos recuerdos, y yo haciendo torrijas, he
vuelto a aquella tarde lluviosa de invierno de hace más de 20 años.