Cada día recibo más e-mails de amigos que me
cuentan que no pueden más, que se sienten desbordados por mil cosas; porque no solamente tienen estrés
laboral, sino que además se sienten responsables de no saber gestionar su
tiempo adecuadamente.
-Yo creo que el problema es que casi ninguno de
nosotros ha aprendido a priorizar, y como dicen en los pueblos ganaderos “mezclamos
ovejas churras con merinas”, dando la misma importancia a cosas que son realmente
importantes y trascendentes, que a cualquier tontería que nos pase, o que nos pidan que hagamos, y
ahí reside este estrés añadido, y esa sensación de que tantos problemas te tapan.
Creo que la solución es tan fácil y tan sencilla que consiste en que
tenemos que aprender a priorizar, porque no sabemos hacerlo.
-Creo que lo primero que tenemos que hacer, es
organizar las tareas que tenemos que hacer cada día, para que podamos optimizar
nuestro tiempo, y así evitar el estrés.
-La solución es rápida y sencilla; tenemos que
seleccionar aquellas cosas realmente importantes, y quitar las que no lo son;
no podemos atender a más cosas de las que no podemos abarcar, y si somos
personas amables a las que nos cuesta
muchísimo trabajo decir que no, pues las personas de nuestro alrededor, a
veces, abusan y nos cargan a nosotros con problemas y responsabilidades que les
corresponden a ellos.
-En cuanto nos quitemos de encima las cosas que
no son importantes, estaremos muchísimo más relajadas para resolver nuestros
problemas; los que nos corresponden, los
que nos gustan y los que nos ayudan a crecer como personas.
-Sentiremos un gran alivio en cuanto soltemos
este lastre que nos pesa tanto, y que son una serie de tareas y de
preocupaciones que no nos gustan, que nos estresan, y que no son nuestros, pero que los hemos aceptado
como propios, sin serlo.
-Una de mis amigas, me dice que decidieron hace
tiempo, reunirse cada semana tres
parejas de amigos a cenar los viernes. El primer viernes, lo hicieron en su
casa, y ella arregló con esmero su casa, preparó aperitivos y una cena riquísima,
así que la velada resultó un éxito.
-El siguiente viernes, la tocaba a la más joven,
pero como su apartamento era muy pequeño, saltaron el turno, y la tocaba a la
otra, con tan mala fortuna, que se cayó y se hizo un esguince en la muñeca, así
que volvieron a hacerlo en casa de mi
amiga.
-Han pasado 2 meses, y mi amiga que es muy
tímida, está más que harta porque la de la muñeca no dice nada, y la otra del
piso pequeño, menos, así que ella se tiene que encargar de la cena cada viernes,
y tiene tener la casa preparada para recibirles, mientras que las amigas se presentan
en su casa súper arregladas, con una botellita de vino, o un poquito de jamón,
o un dulce, mientras ella ha gastado un dineral, y se ha pasado la tarde
cocinando y limpiando.
-Lo primero que tiene que hacer es decir¡ basta!,
así que yo la aconsejo que con educación , les diga que esta semana en casa de
quién va a ser la cenita, porque ella ya lleva 8, ó 9 cenas, y ahora la toca
descansar…..
-También me ha impresionado mucho el caso de una
chica de Barcelona, a la que una compañera de trabajo, la hace ir su tarde
libre a la oficina, mientras ella va a darse un masaje.
-A mi amiga de Barcelona, la aconsejo que le
diga a su compañera de trabajo que ya no puede quedarse ni un día más los lunes
por la tarde en su lugar, para que ella se vaya
a dar un masaje, así que hable con el jefe antes del lunes y lo
organice, porque ella ya tiene comprometidos las tardes del lunes que libra
para otras actividades……
-Tenemos que aprender a establecer límites, para
tener relaciones saludables con nuestros amigos y compañeros, porque muchas
personas creen que bondad y amabilidad es sinónimo de imbecilidad, y les parece
lo más normal que otra persona cargue con su responsabilidad mientras ella
descansa.
-No nos sentiremos más culpables por decir NO, sino todo lo
contrario, ya que hay que ser muy valiente para saberse defender de los abusos.
-Tenemos que dedicar mucha energía e interés en
ser felices, y aprovecharemos cualquier momento para disfrutar de lo que estamos
haciendo, y si estamos consintiendo que se aprovechen de nuestra bondad, no
solamente no disfrutaremos, sino que nos estresaremos muchísimo.
-Vamos a quitar importancia a las cosas que no
la tienen, y si alguien nos pide un favor que no debería pedirnos,
contestaremos diciendo que lo sentimos muchísimo, pero que nos es imposible
hacerlo.