"SI NO TIENES LO QUE TE GUSTA, HAZ QUE TE GUSTE LO QUE TIENES"
De tí depende que tu vida sea feliz,debes escoger tus ingredientes.


viernes, 7 de marzo de 2014

"Cuenta Tus Bienes"






Concéntrate  en tus bendiciones y no en tu escasez, dijo Charles Dickens.

-La vida no es como es, es como tú quieres que sea, o como tú te crees que debe ser.

-Somos los arquitectos de nuestra vida, aunque nos cueste reconocerlo y nos duela. “Aquellos polvos, traen estos lodos”.

-Resulta que si te molestan las críticas y quejas, es porque tú también criticas y te quejas.

-Empezaremos a agradecer todas las cosas buenas que tenemos, que son tantas que podríamos llenar un cuaderno, lo que pasa es que nos parece lo más normal del mundo tenerlas y no las valoramos.

-Vamos a dejar de contar las cosas que no tenemos, porque  con eso  atraeremos más escasez a nuestra vida.

-Valora tus cosas y date cuenta de lo que tienes, siéntete afortunado por ello, y date cuenta de que hay mucha gente que te quiere que te apoya y que se preocupa por ti.

-Agradece cada día las alegrías por pequeñas que sean.

-Visualiza tu vida como es en realidad, una vida buena, llena de amor , así que procura a partir de ahora llenarla de risas en vez de llenarla de quejas.

-El mejor regalo que puedes hacer a tus seres queridos es el de quererles y valorarles por estar a tu lado, no pierdas esos momentos mágicos llenándolas de negatividad y de escasez.

-Me ha mandado mi sobrina Gema una cosa preciosa que quiero compartir con vosotros.

-En una sesión, una psicóloga levantó en alto un vaso de agua, y preguntó en voz alta: ¿Cuánto creéis que pesa este vaso? Las respuestas fueron muchas y muy diferentes, pero ella respondió:

-“El peso no es importante; depende de cuánto tiempo lo sostengo:

-Si lo sostengo un minuto, no es problema, si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo, y si lo sostengo 1 día entero, mi brazo se paralizará.

-El peso del brazo no cambia, pero cuanto más lo sujeto, más pesado se vuelve. Y continuó:

-“Las preocupaciones, son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un  rato, no pasa nada. Si piensas un rato más, empiezan a doler. Y si piensas en ellos todo el día, acabas sintiéndote paralizado e incapaz de hacer nada”.


-¡Acuérdate de soltar el vaso y ser feliz!