Hay momentos en los que las cosas que te suceden
y las que les suceden a las personas que te importan, son demasiado pesadas y
te tapan.
-A veces sentimos necesidad de llorar, y no debemos evitarlo, porque a veces llorar nos ayuda a sacar de muy dentro de nosotros una tremenda congoja, y después de una buena "llorera", nos quedamos como nuevos, y nos sentimos muchísimo más fuertes.
- Por eso de vez en cuando hay que limpiar el alma de tantas cosas
innecesarias, y repasar lo que verdaderamente consideramos importante y tiene
valor para nosotros.
-Cuando pensemos que todo parece estar en
nuestra contra, deberemos recordar que los aviones se elevan contra el viento.
-Nuestra felicidad, está mucho más cerca de lo
que nos creemos, porque está en las pequeñas cosas de cada día, ya que reside
en los caminos y no en los finales de ruta.
-Debemos dedicar un ratito diario a nuestras
risas, porque reír es una de las cosas que más nos gratifica.
-Intentaremos cuidar nuestros modales , ya que
los buenos modales son como el 0 en matemáticas, que aunque aparentemente no tienen
ningún valor, aumentan y mejoran todo lo demás.
-Se fiel y consecuente contigo mismo, porque
aunque los demás puedan en un momento dudar de tus palabras o de tus
intenciones, en cuanto te conozcan
creerán en tus actos.
-Procura que tu casa sea un hogar, haz que a
todos os apetezca volver a ella, porque si tienes un sitio donde estar y
reposar tu alma, esta se recuperará de cualquier desdicha que pudiera tener o
pensar.
-Comparte con los que te quieren tus buenos
momentos y estos serán muchísimo mejores.