Una amiga me ha contado esta mañana, que en una reunión de su comunidad, una vecina la ha
dicho que ella es incapaz de relacionarse con los vecinos, estaba anonadada, y
ha decidido preguntármelo a mí, porque me considera bastante sincera…
-Yo, he respirado hondo, porque es algo difícil
de contestar, pero los ángeles esos que nos acompañan en secreto, y que están ahí,
esperando que les pidamos algo, y que se ponen tan tristes si no lo hacemos, me
han soplado al oído la respuesta perfecta:
-“Del enemigo, el consejo”, la he dicho, y ella
pasmada, me ha contestado que se lo aclarara, y yo la he dicho, que mi madre
que era una persona listísima, siempre que teníamos algún disgusto por alguna
crítica desafortunada, nos decía que este refrán viene a decirnos que a lo
mejor hay algo de verdad, aunque esté aderezada con un chorrito de veneno…
-Creo que si dicen que no se relaciona, será
porque probablemente no lo hace, así que ella ha decidido reflexionar sobre
este tema.
-A veces las expectativas de los demás hacia
nosotros, no son acertadas, ni apropiadas, y lo que a uno le parece suficiente,
resulta que al otro le parece escaso.
-Las relaciones con las personas que nos rodean
aunque no sean miembros de nuestra familia ni de nuestro círculo íntimo , son
muy importantes; vecinos, compañeros de trabajo, conocidos…etc, porque si en
estas relaciones existe armonía, crearemos a nuestro alrededor un tejido social
cálido y seguro.
-Mucha gente cree que con utilizar cuatro trucos
de urbanidad y de buenos modales, está todo resuelto, pero no es así, ya que el
lenguaje corporal es muchísimo más claro y más sincero que el verbal, y la
mayoría de las veces, nuestros gestos son los que nos delatan.
-Todos hemos visto en ocasiones como parejas que
se llevan a matar, se dedican después de una ironía malintencionada, un: ¿verdad
cariño?, o cosa parecida. Esto es muy malo y entorpecerá muchísimo más su mala
relación, en lugar de curarla…..
-Si queremos mejorar las relaciones, lo primero
que tenemos que hacer es escuchar a los demás cuando hablan, y digo escuchar,
no solo oír, e intentar ver las cosas desde su punto de vista.
-Si no estamos de acuerdo, lo diremos y
argumentaremos nuestros motivos con sinceridad, con explicaciones claras y concisas; pero
nunca seremos despectivos con sus argumentos, ni les ridiculizaremos en
ningún momento, ya que lo que debemos conseguir, es convencer, no vencer, puesto que no hay ninguna lucha.
-A veces nos cuesta muchísimo trabajo admitir
las razones de los otros, porque estamos tan seguros de tener razón, que no
escuchamos nada de lo que nos están diciendo.
-Todos hemos oído muchísimas veces argumentos de
nuestros vecinos en las reuniones de la Comunidad, que no solo no admitimos ,
sino que nos parecen auténticas estupideces, pero debemos controlar nuestro
primer impulso descalificador, e intentar entender por qué esa persona piensa
así. Es muy difícil al principio, pero no hay más remedio que intentarlo si
queremos convivir en un grupo.
-Cuando hay personas que descalifican continuamente a los
demás, e intentan rebajarles, hay que ser cauteloso, porque este tipo de personas suelen ser
envidiosos, y si nos tienen envidia, esto es difícil de curar, así que
intentaremos pasar de puntillas y relacionarnos poco o nada, incluso encargar de
la comunicación a un conserje, administrador, otro vecino, pero si tenemos
argumentos suficientes que nos indican que esa persona nos envidia, no
deberíamos tratarla nada.
-Espero que esto le sirva a mi amiga, y yo la
aconsejo que intente llevarse bien, porque siempre: “ se cazan más moscas con
miel”…… y tomarse un cafetito de vez en cuando con una vecina, a veces ayuda a resolver conflictos con mucha facilidad.