Tenemos que reflexionar sobre la espiral de
prisas en la que muchísimos estamos inmersos, todos sabemos que no es sano ni
adecuado, y que no se resuelve yendo a una clase de yoga a toda prisa....
En las
grandes ciudades nos hemos acostumbrado a levantarnos al toque del despertador,
con el tiempo justo de ducharnos, vestirnos, tomar un café y salir corriendo.
-Salimos malhumorados a la calle, y apenas
saludamos con un movimiento de cabeza a los vecinos, montamos en el coche, o en
el transporte público, y llegamos corriendo a nuestros trabajos.
-Los niños, son sujetos pacientes, porque
muchísimos padres jóvenes , también les levantan a voces, exigiéndoles que se
vistan de prisa, que desayunen, y salen a rastras de casa, para que no pierdan
la ruta, porque el colegio suele estar muy lejos de nuestra casa, y sería horroroso tener que
llevarles…..
-Pocas veces miramos al cielo para disfrutar del
lindo día, o del precioso cielo encapotado, ya que solamente decimos : -¡Corre,
corre!
-En los trabajos tenemos un poco más de lo
mismo, todo se hace demasiado deprisa, luego se come cualquier cosa, un bocadillo o lo que sea para
no perder tiempo, y vuelta al trabajo….
-Lo malo de esto, es que al llegar tan cansados
a casa, tampoco descansamos adecuadamente, sino que cenamos rápido y nos sentamos a ver la tele
hasta que nos damos cuenta de que estábamos dormidos, y vuelta a empezar, así que tendremos que hacer algo diferente aunque sea poner música y bailar
-Creo que estamos en el mejor momento de
intentar hacer nuestra vida algo más armónica; así que creo que deberíamos
intentar levantarnos por lo menos una hora antes, y acostarnos también una hora
antes…..suena fatal, pero luego merece.
-Si nos levantamos sabiendo que tenemos tiempo
de sobra, podremos abrir las ventanas para ver que tal día hace.
-Podremos desayunar en familia haciendo planes o
compartiendo cosas.
-Podremos ir paseando con los niños a la ruta,
aconsejándoles y tranquilizándoles para que tengan un buen día.
-En el trabajo, intentaremos juntar el tiempo
disponible para tener el tiempo suficiente para comer en grupo, y saborear el
momento
-El tiempo solo dura un día. Mi madre decía que
cada mañana nos entregan un monedero con 24
horas, pero que si no aprovechas
esas preciosas 24 horas, a las doce de la noche desaparecerán como la carroza de La Cenicienta.
Tenemos que intentar aprovechar la vida
porque si nos organizamos bien, seguro
que tenemos tiempo para tener una mejor
calidad de vida; porque para todo siempre hay una manera, lo que tenemos que hacer es
encontrarla.
-Tenemos que conseguir que el tiempo que estamos
en casa con nuestra familia, sea tiempo de calidad, de risas de hacer cosas
juntos, de charlas, porque el simple hecho de estar en casa a gusto con los que
queremos , ya nos sirve de descanso.
-Si la vida que llevamos es una rutina de cosas
que nos hacen infelices, hay que cambiarla, porque la vida es muy hermosa, y
tenemos la obligación de ser felices y hacer felices a los que dependen de
nosotros….